"Nos han avisado con media hora de antelación", lamentaba el viernes por la tarde una empleada de Abengoa a la que una hora antes la compañía le había comunicado su despido. "Nos han dicho que el finiquito nos lo pagarán a final de mes".
La multinacional energética española despidió el viernes a unos quince empleados en su sede en Sevilla, Palmas Altas, la mayoría con titulación universitaria, físicos, ingenieros... "Ninguno tiene contrato indefinido, llevamos varios años con contratos temporales", comentaron. "Había compañeras llorando... En una sección de bioenergía han avisado que se vayan preparando".
Abengoa, que el 25 de noviembre pidió entrada en preconcurso de acreedores, emplea a más de 6.000 personas en España, la mayoría en Andalucía, de las que unas 2.000 trabajan en Palmas Altas. La plantilla de la sede sevillana no cuenta con representación sindical, ni con comité de empresa. "Aquí nunca han visto con buenos ojos a los sindicatos", señalan.
Los trabajadores de las filiales de Abengoa en Andalucía sí tienen representación sindical. Desde CC.OO., no obstante, se asegura que el mismo día que la empresa anunció preconcurso se solicitó un encuentro con la dirección, pero no se ha obtenido respuesta. "Ni a nivel estatal ni en Sevilla hemos recibido contestación", dicen.
Hasta ahora, el único mensaje oficial que la dirección del grupo ha mantenido con la plantilla fue un correo electrónico que el mismo día 25 de noviembre el presidente de la compañía, José Domínguez Abascal (nombrado el pasado 24 de septiembre en sustitución de Felipe Benjumea), envió a los trabajadores, en el que trataba de mantener la confianza de la plantilla en las posibilidades de encontrar una alternativa al concurso de acreedores, que supondría la mayor quiebra empresarial en la historia de España, superior a la de la inmobiliaria Martinsa Fadesa.
"Quiero agradeceros el esfuerzo que durante años y especialmente en los últimos meses venís realizando para asegurar que mantenemos las operaciones de Abengoa mientras alcanzamos una solución financiera estable y sostenible", decía el ejecutivo en su correo. "Reconozco la inquietud que lógicamente tenéis y espero que con vuestra ayuda podamos mantener por mucho más años el proyecto de Abengoa".
Consejo de administración
El lunes Abengoa celebra su primer consejo de administración desde que la compañía anunciara su entrada en preconcurso de acreedores, según fuentes de la empresa (la compañía oficialmente no ha querido confirmar esta información).
Durante el fin de semana el grupo tratará de convencer a fondos de inversión de aportar capital, después de haber trasladado a la banca acreedora sus reticencias a vender su participación, del 47%, en la estadounidense Abengoa Yield.
La multinacional energética requiere con urgencia una inyección de al menos 100 millones de euros para pagar los salarios de diciembre y mantener la actividad. Las entidades financieras aguardan todavía a disponer de datos exactos sobre la deuda del grupo y qué garantías ha aportado hasta ahora para lograr financiación.