Patada hacia delante de Florentino Pérez con sus acreedores. El presidente de ACS ha conseguido llegar a un acuerdo con la banca para modificar el esquema de financiación de su elevada deuda personal para evitar así tener que hacer frente a vencimientos por valor de 200 millones de euros a corto plazo. El nuevo escenario alivia un tanto la situación financiera del también presidente del Real Madrid aunque a un elevado coste. La operación le ha costado aproximadamente 15 millones de euros, de acuerdo con fuentes del mercado
El endeudamiento personal de Florentino Pérez proviene en su mayor parte de su participación en ACS, que asciende al 12,5% del capital, lo que le permite ser el máximo accionista del grupo de construcción y servicios. La mayor parte de este paquete de acciones fue adquirida a crédito con la garantía de los propios títulos, práctica muy habitual en los años previos al estallido de la crisis.
Antes de esta última refinanciación, casi la mitad de la deuda personal de Florentino Pérez, cuya participación en la compañía está canalizada a través de una sociedad instrumental, contaba con un vencimiento a corto plazo. Una cantidad de aproximadamente 200 millones de euros que el presidente de ACS debía amortizar para cumplir con lo acordado en su día con los acreedores.
Con el nuevo esquema de financiación, prácticamente las tres cuartas partes de este endeudamiento han pasado a tener vencimientos a largo plazo, lo que ha supuesto un cierto alivio financiero para Pérez. Eso y, sobre todo, el hecho de que ACS siga distribuyendo dividendos a cuenta de los resultados de la compañía, la clave para que el ejecutivo pueda tanto atender el coste del servicio de la deuda como amortizar poco a poco el volumen de la misma.
De hecho, a estos capítulos destina los beneficios de la citada sociedad instrumental, Inversiones Vesan, cuyos ingresos provienen precisamente de la retribución al accionista de ACS. Este es el motivo por el que Florentino Pérez insistió tanto en que la compañía debería seguir repartiendo dividendos en 2013, pese a que el ejercicio anterior había cerrado con pérdidas cercanas a los 2.000 millones de euros debido al saneamiento que se vio obligada a hacer por la ruinosa salida del capital de Iberdrola.
Una deuda de 420 millones
De esta forma, aunque el grupo tuvo que tirar de reservas para pagar a los accionistas, Florentino Pérez evitó males mayores con sus acreedores y evitó verse en la situación por la que ha tenido que atravesar Esther Koplowitz, obligada a deshacerse de algo más de la mitad de su participación en FCC desde que la compañía tuvo que suspender el pago del dividendo.
A la hora de renegociar los préstamos con la banca, que suponen el 100% del endeudamiento de la instrumental, Florentino Pérez también se ha visto favorecido por la evolución de los títulos de ACS, cómodamente asentados en el entorno de los 30 euros. El ejecutivo tiene valorada su participación en la compañía al coste medio de adquisición de las acciones, aproximadamente 20 euros.
De ahí que Pérez se viera obligado a aportar garantías adicionales, incluyendo sus propiedades, hace tres años, cuando la cotización del grupo se desplomó y llegó a registrar precios inferiores a 11 euros. Por el momento, la Bolsa no le ha dado nuevos disgustos, aunque sí ha hecho que el plan de opciones sobre acciones de ACS acordado en 2010, que le reportaría pingües beneficios, haya finalizado sin que ninguno de los altos ejecutivos del grupo incluidos en él haya podido ejecutarlo.
No obstante, pese a salvar esta complicada situación, el endeudamiento del primer ejecutivo de ACS se sitúa en el entorno de los 420 millones de euros.
La junta de accionistas de la compañía renovó a finales de abril su condición de consejero para los próximos cuatro años y el consejo de administración le reeligió como presidente ejecutivo para los próximos tres ejercicios. A partir del próximo año está previsto que comparta protagonismo en la sociedad con Marcelino Fernández Verdes, que se incorporará como consejero delegado del grupo.