ACS ha anunciado la colocación de un paquete de acciones de Iberdrola (un 3,7% del capital) entre inversores institucionales, una maniobra que se ha interpretado en los mercados como el principio del fin de la aventura de Florentino Pérez en la compañía eléctrica. Una vez que concluya la operación, la participación de ACS en Iberdrola, que llegó a alcanzar el 20%, quedará por debajo del 15%.
En concreto, el grupo presidido por Florentino Pérez ha decidido iniciar, a través de UBS y de Société Générale, un proceso de colocación acelerada ('accelerated bookbuilding') de este paquete accionarial entre inversores profesionales y cualificados, tanto residentes en España como en el extranjero.
La maniobra se produce después de que las acciones de Iberdrola padecieran un fuerte castigo en bolsa que hizo que ACS se viera obligada a aportar más garantías en relación con los créditos que empleó para adquirir la participación en la eléctrica. Ante la imposibilidad de aportar nuevas garantías, la empresa participada por Banca March y los Albertos se ha visto obligada a iniciar la retirada de Iberdrola, con la que mantiene una dura pugna legal por no poder estar representada en su consejo de administración.
Además, la compañía afrontará además en breve la refinanciación de 800 millones de euros correspondientes a la deuda de su filial de medioambiente Urbaser. A precios actuales de mercado, el paquete de acciones puesto a la venta por ACS se aproxima a la mencionada cifra de deuda.
Comportamiento bursátil
ACS ya tuvo complicaciones para refinanciar su deuda corporativa, por cuanto el grupo constructor se vio obligado a contar con un mayor número de entidades financieras ante la negativa de algunas como Barclays a proseguir en el sindicado. Finalmente, ACS logró la refinanciación pero con elevados intereses (a una media de Euribor más 250 puntos básicos).
De esta forma, ACS tendrá complicado permanecer en el capital de Iberdrola si la presión de los mercados continúa y el precio de las acciones de Ibedrola no remonta. Pese a subir cerca de un 3% en la última sesión, la eléctrica aun continúa por debajo de los 4 euros. Mientras, ACS logró una fuerte subida del 5,42%.
Iberdrola aseguró que se había visto sorprendida por la operación aunque optó por no realizar comentarios al respecto.
La colocación tendrá una duración no superior a un día hábil y durante el mismo los bancos colocadores harán labores de difusión y de promoción de la colocación a fin de obtener indicaciones de interés o propuestas de adquisición de las acciones por parte de potenciales inversores. Al fin del periodo de prospección de la demanda, ACS y los bancos decidirán el precio de venta de las acciones, indicó la compañía.