Faltan tan sólo cuatro días para que los aparatos de Air France retomen el vuelo hacia Teherán por primera vez desde que en 2008 se suspendiese la ruta por las sanciones internacionales impuestas al régimen iraní por su programa nuclear. Aunque la situación parece volver a la calma tras el acuerdo sellado por las potencias occidentales en julio del año pasado, la polémica ha estallado esta vez por las leyes y costumbres iraníes.
Si bien la condición sexual no figura en ningún documento, los auxiliares de vuelo expresan que "tanto por razones morales como humanas es inconcebible obligar a alguien a ir a un país donde sus semejantes son condenados por lo que son". Así lo denuncian en una petición lanzada por un empleado de la compañía el pasado jueves en la web Change.org y que cuenta con más de 2.100 firmas de apoyo. De esta manera, reclaman que la empresa les permita ejercer su derecho a cambiar de destino de trabajo si consideran que éste les pone en peligro.
Air France permitió a las azafatas cambiar de destino cuando tuviesen que volar a Irán, por la polémica generada por el uso obligatorio del velo
Pero la aerolínea gala esta vez no parece estar dispuesta a ceder, a diferencia de lo que ocurrió con las azafatas. A ellas les permitió volar a otros países cuando tuviesen como destino Irán, debido a la polémica suscitada por la obligación que rige en el país de que las mujeres cubran su pelo con el velo en los espacios públicos. Air France hacía entonces hincapié en que este mandato lo respetan "todas las compañías aéreas internacionales" que vuelan a Irán. Y estableció una condición para que las azafatas pudieran acogerse a esta opción: que lo indiquen con antelación.
Sin embargo, el caso de los homosexuales parece distinto y genera ciertas dudas. De actuar del mismo modo, podría llegar a crearse una especie de listas sobre la condición sexual de los empleados, "algo que parece inconcebible", según indica en una entrevista con el diario Metronews Sébastien Gidon, el presidente de Personn'Ailes (la asociación LGTB de Air France). "Irán está lejos de ser el único destino con este aspecto. Si seguimos la lógica de este auxiliar de cabina, el personal homosexual de la compañía no podría viajar a muchos países", explica.
En este mismo sentido se pronuncia la propia Air France en un comunicado -recogido por France 24- donde remarca que operan en un gran número de estados con leyes muy duras contra la homosexualidad. Mencionan destinos como "Argelia, Angola, Camerún, Egipto, Guinea, Marruecos, Nigeria, Senegal, Sierra Leona, Togo, Túnez, Arabia Saudita, Emiratos Árabes Unidos, India, Malasia, Singapur". Alegan además que nunca han tenido ningún problema a este respecto durante los últimos años. Aunque según Gidon, "la dirección de la empresa ya estaría estudiando cómo actuar en caso de que se produjese un arresto de uno de sus empleados por su condición sexual", en territorio iraní.
La aerolínea francesa explica en el mismo documento que "el trabajo del personal de cabina conlleva por su naturaleza viajar a países cuya cultura y normativa son muy distintas de la nuestra (…) y la dirección de Air France siempre vela por que sus empleados lo hagan con la máxima seguridad". En su petición, el auxiliar que la ha publicado recuerda que "la homosexualidad sigue siendo ilegal en ese país. La pena puede ir desde 74 latigazos para un menor hasta la pena de muerte para un adulto".
En un comunicado anterior difundido por Air France a raíz de la polémica con las azafatas, la compañía francesa recordaba que "la tolerancia y el respeto de las culturas y de las costumbres de los países en los que está presente forman parte de los valores fundamentales de Air France y de sus empleados". Sin embargo, la petición de Change.org echa mano de la Carta Social y Ética de la compañía, para recordar que ésta "subraya la visión de un mundo abierto y solidario, ese en el que la economía responsable se conjuga con el progreso social y medioambiental". Algo que, en opinión de este empleado, no concuerda con las leyes iraníes.
plan de competitividad
Actualmente la aerolínea negocia con sus empleados planes para reducir los costes y aumentar la competitividad. La dirección ha presentado este domingo a sus pilotos una oferta para que acepten una reducción del salario por horas, a cambio de un aumento en las horas de vuelo de entre el 5 % y el 10 %. El pasado viernes el grupo Air France-KLM anunciaba un crecimiento de pasajeros del 3,2% respecto al mismo mes del año pasado. Por su parte, el presidente de la compañía, Alexandre de Juniac, dejará el grupo aéreo franco-holandés de aquí al próximo 1 de agosto ante la propuesta que ha recibido para convertirse en el próximo director general de la Asociación Internacional del Transporte Aéreo (IATA).
