BBVA tiene sobre la mesa tres ofertas millonarias por quedarse parte de sus activos problemáticos. La entidad presidida por Francisco González ha recibido en los últimos días propuestas vinculantes de tres fondos por quedarse el Proyecto Jaipur, compuesto por 600 millones en créditos impagados ligados a la promoción inmobiliaria.
Los tres candidatos a quedarse esta cartera, la mayor sacada al mercado hasta ahora por la entidad, son Apollo, Cerberus y Deutsche Bank, según fuentes financieras consultadas por Vozpópuli.
Según las mismas fuentes, estos fondos han puesto sobre la mesa en torno a 200 millones de euros, y el que mejor posicionado estaría es el fondo alemán, a la espera del desenlace de las negociaciones. Ni BBVA ni Deutsche Bank hicieron comentarios. Los otros dos candidatos, Apollo y Cerberus, tienen sus propias plataformas inmobiliarias en España, Altamira y Haya, por lo que entran a analizar casi siempre este tipo de operaciones.
El banco español tiene ahora unos días para decidir el ganador de la subasta, aunque el resultado es inminente debido al interés de cerrarla antes de que concluya el primer semestre, y así poder contabilizarla en los resultados que presentará en un mes.
Desagüe del ladrillo
Según sus últimas cifras, BBVA tenía a finales de marzo de este año casi 6.500 millones en crédito promotor, de los que 1.700 millones estaban al corriente de pago. Otros 4.750 millones eran dudosos, provisionados al 56%. Casi todos estos créditos estaban respaldados por suelos y edificios terminados.
Además, BBVA tiene otros 13.500 millones en activos adjudicados, con una cobertura del 63%. El consejero delegado de la entidad, Carlos Torres, insistió este lunes en que sanear este ladrillo es una de las grandes prioridades del grupo, para así poder mejorar la rentabilidad en España. En la última presentación de resultados, dio tres años de plazo para alcanzar la meta de sanear su balance.
Torres defiende que el camino para recuperar la rentabilidad perdida en España es acelerar la venta del ladrillo y no acumular más con Popular
Torres se escudó en el ladrillo para explicar por qué la entidad que dirige no presentó una oferta por Banco Popular, después de ser el que estudió su posible compra hace dos semanas junto a Banco Santander. Finalmente se quedó el banco la entidad presidida por Ana Botín, por el precio de un euro más una ampliación de capital de 7.000 millones.