Es una empresa de la cada vez más se habla. Con beneficios gigantescos, asalta todos los campos de la tecnología y hace sombra a la supremacía de Apple. Se llama Samsung, es de Corea y se prepara a presentar, a finales de abril, un beneficio neto que ha alcanzado los 4.000 millones de euros en tan sólo el primer trimestre de 2012.
¿Cómo la empresa logra tener resultados tan asombrosos? Concretamente, el lanzamiento del Galaxy Note, en octubre de 2011, ha sido todo un éxito: en dos meses, dos millones de unidades vendidas, Samsung se espera a vender diez millones más en 2012. Pero este aparato, que mezcla las funciones de un smartphone con las de una tableta, simboliza en sí la estrategia de la empresa: un producto premium, innovador, inspirado en el iPad de Apple pero fruto de años de investigación.
Samsung ha empezado lanzando en 2009 la gama de móviles Galaxy, y en sólo dos años logró destronar a la compañía de la manzana en la venta mundial de smartphones. Los dos gigantes siguen librando una guerra en las tiendas como en los tribunales por plagio de patentes.
Inspirarse en otras empresas
Todos esos eventos tienen en común el cambio de estrategia del gigante surcoreano en 1999, basada en la inspiración en otras empresas tecnológicas como HP, Microsoft o Apple, pero también de Toyota.
Eso es lo que contó a Vozpópuli un antiguo empleado de Apple que se ha cambiado a Samsung España: "La empresa vive una época de transición de una forma de funcionar a la coreana hacia una forma más americana. Contratan a mucha gente de empresas como HP, Dell o Apple con el objetivo de convertirse en el líder de ese sector".
La cúpula de la filial española es, sin embargo, dominada por coreanos. "Los directores financieros y todos los que gestionan las relaciones con la central son de Corea. Tienen eso de ser muy rígidos y perfeccionistas, nada flexibles y tampoco muy creativos." El objetivo principal para ellos: el just in time a la Toyota, tener buenas previsiones para mantener el stock justo.
Innovar siempre
Samsung, ante todo, es un 'seguidor rápido': detecta las tecnologías más prometedoras e invierte mucho en investigación para ganar la posición de líder del sector. La técnica funcionó maravillosamente con las baterías de teléfono, las pantallas LED e incluso las tarjetas de memoria. En cada uno de esos mercados, Samsung es líder mundial. "Son innovadores en lo que crean, fabrican ellos mismos sus productos, ostentan el número más grande de patentes registradas en el mundo. Quieren convertirse en líderes de todo lo que hacen y, en mi opinión, es posible." Aún así, "Tendrían que ser más flexibles, porque puede perjudicar. Su rigidez hace que los gastos sean fijos y no negocian los precios, por lo que es poco competitivo."
Adelantar a Apple en los smartphones no es nada más que un objetivo transitorio para Samsung. La empresa mira ahora hacia la energía solar y los genéricos, dos sectores que harán de ella una de las diez más importantes del mundo. En los próximos diez años, Samsung invertirá 30.000 millones de dólares en la producción de paneles solares, baterías de coches eléctricos y equipamientos médicos, a imagen de Siemens o General Electric. De este modo, prevé alcanzar los 400 mil millones de dólares de facturación en 2020.