La Asociación de Accionistas Minoritarios (Aemec) se reúne este lunes para estudiar medidas legales en defensa del patrimonio de Repsol, independientemente de las que tome la compañía.
Fuentes cercanas al organismo señalan que planean acudir a instituciones españolas e internacionales en defensa de unos intereses que se están lesionando, en su opinión, con las decisiones tomadas por el Gobierno sudamericano, que pretende hacerse con el control de YPF.
Esta es una medida sin precedentes en España, que posiblemente busca un efecto más simbólico que real, pero que quiere poner en valor el papel del pequeño accionista como defensor activo de los intereses de la compañía en la que han invertido.
Históricamente, los minoritarios han aparecido en contadas ocasiones, casi siempre en lanzamientos de Opas que no alcanzaban a la totalidad del capital y dejaban fuera de la prima a numerosos accionistas.
Aunque en la asociación reconocen que de momento no han coordinado nada con la cúpula de Repsol, manifiestan su confianza en que en breve habrá contactos. Esta asociación está presidida por Javier Cremades, socio fundador del despacho Cremades & Calvo Sotelo.
Esta entidad pretende hacer ganar peso al papel de los accionistas minoritarios en el seno de las compañías, mejorando así las prácticas de buen gobierno. No falta quien opina que las agrupaciones de minoritarios estables tendrían una función en los consejos de administración mucho más aceptable que los consejeros independientes, cuya independencia, precisamente, muchas veces se ha puesto en entredicho.
Los núcleos estables de accionistas minoritarios aglutinan porcentajes de capital no demasiado elevados pero, por el contrario, concentran un elevado número de inversores particulares, que pueden aunar su voz de esta manera.