Una sociedad que no presenta desde su creación actividad mercantil alguna ha sido el destino de Teinver, la instrumental a través de la que el ex presidente de la CEOE Gerardo Díaz Ferrán y su socio Gonzalo Pascual controlaban parte de su patrimonio, en particular la aerolínea Air Comet. Teinver fue vendida junto con Marsans al misterioso Ángel de Cabo, que adquirió posteriormente Nueva Rumasa.
El comprador realizó la operación a través del vehículo Posibilitumm Business, sociedad de la que no hay rastro alguno en los registros mercantiles. Hace unos días, Teinver pasó al control de Shatterproof, una instrumental controlada igualmente por De Cabo pero que desde su creación hace dos años no ha registrado actividad mercantil alguna. En todos los sentidos, se trata de una sociedad fantasma, registrada en su día en la ciudad de Murcia por un despacho de abogados especializado en el área mercantil y adquirida posteriormente por De Cabo que trasladó su domicilio social a Guipuzcoa por motivos fiscales.
De acuerdo con las informaciones publicadas a comienzos de junio de 2010, cuando se llevó a cabo la operación, De Cabo pagó unos 600 millones de euros por Marsans y Teinver, que se encontraban en una situación límite. Tanto es así que poco después de la transacción, Marsans y Teinver se declararon en concurso de acreedores.
Intenciones no cumplidas
Por entonces, la anunciada intención de Posibilitumm consistía en reordenar la empresa con la venta de activos para tratar de que pudiera salir de la situación de insolvencia lo antes posible. Sin embargo, Teinver ha terminado en manos de una sociedad fantasma, en plena polémica por las investigaciones que se están llevando a cabo sobre la venta de Marsans y otros activos de Díaz Ferrán a Posibilitumm, ante la posibilidad de que se trate de artimañas para ocultar parte del patrimonio del empresario que llegó a estar al frente de la patronal.
De Cabo, junto con su socio Iván Losada, está especializado en la adquisición de empresas al borde de la quiebra para posteriormente liquidarlas, como ha ocurrido en la mayoría de los casos, incluyendo el de Marsans. Sin embargo, Teinver puede constituir un cabo suelto del que aún no se haya dicho la última palabra.
Desde el primer momento, la venta de Marsans y Teinver estuvo rodeada de misterio y opacidad, algo a lo que ha contribuido el hecho de que los documentos de la operación prosiguen siendo una incógnita y que Posibilitumm fuera apartado de la gestión de Air Comet por dejación de funciones.