El gigante tecnológico Apple ha recibido un correctivo tras desplomarse en bolsa un 10%. La del jueves ha sido su peor jornada en cuatro años, y deja las acciones de la compañía de la manzana en su nivel más bajo en más de un año. Todo ello, tras anunciar sus cuentas de octubre a diciembre, periodo en el que sus ganancias apenas subieron en términos interanuales. Las acciones de Apple han caído casi un tercio desde el máximo de 705 dólares que alcanzaron en septiembre del año pasado. En cualquier caso, acumula una subida del 9,53 % en los últimos doce meses.
Dos horas después del inicio de las contrataciones en el mercado electrónico Nasdaq, las acciones de la empresa se cotizaban en torno a 460,00 dólares, lo que supone una caída del 10,50 %. La caída ya se anunció en las operaciones electrónicas posteriores al cierre de los mercados del miércoles, después de que Apple presentó unos resultados récord pero con un estancamiento de su crecimiento y de sus perspectivas de beneficios.
Durante el último trimestre de 2012 el beneficio neto de la tecnológica fue de 13.078 millones de dólares, un 0,1 por ciento más que hace un año, mientras que sus ingresos se incrementaron un 17,6 por ciento y ascendieron hasta 54.512 millones de dólares. Unos datos trimestrales sin precedentes para Apple aunque insuficientes para los inversores y los analistas financieros, que esperaban más de los creadores del iPhone, y eso que tanto las ventas del conocido teléfono como de la tableta iPad fueron de récord.
El iPhone 5 y el iPad mini sobrepasan las previsiones
La empresa comercializó 47,8 millones de iPhone y 22,9 millones de iPad, un 29,1 y un 48,7 por ciento más que entre octubre y diciembre de 2011, gracias al interés despertado por el iPhone 5 y, en especial, el iPad mini, cuya demanda sobrepasa aún hoy la capacidad de fabricación y distribución de Apple.
"Estamos entusiasmados con el récord", dijo Tim Cook, consejero delegado de la compañía, quien aprovechó una teleconferencia de prensa posterior a la publicación de resultados para hablar del buen estado que atraviesa su negocio, que además repartirá dividendos entre los accionistas, 2,65 dólares por título.
Paralelamente a esa comparecencia, Apple cotizaba a la baja en los intercambios tras el cierre de Wall Street. Los activos de la compañía cofundada por Steve Jobs perdían un 10,7 por ciento de su valor en el momento en que se escribió esta noticia. Apple insistió en que sus números mejoraron los del último trimestre de 2011, con los que se comparan, incluso aunque el período en cuestión contabilizara una semana menos, 13 frente a las 14 de octubre a diciembre de ese año.
Cook y el director financiero de Apple, Peter Oppenheimer, extrapolaron los datos por semana para tratar de ofrecer otra perspectiva de las cifras y mostrar que, enfrentando períodos de siete días, los ingresos interanuales y las ventas de iPhone subieron más, un 27,2 y un 39 por ciento, respectivamente. Los habituales problemas de inventario de los de Cupertino y el calendario de lanzamiento de los nuevos ordenadores Mac justificaron, a juicio de Cook, la notable caída de ventas de estas computadoras, que pasaron de 5,2 millones de unidades en el último trimestre de 2011 a 4,1 millones a finales de 2012, un 21,1 por ciento menos.
"Además, el mercado de ordenadores sigue siendo débil", indicó Cook, que reconoció que pudo ocurrir que algunos compradores potenciales de Mac decidieran renunciar a esa compra por una de las tabletas iPad.
"En algún momento creo que el mercado mundial de las tabletas será mayor que el de los ordenadores", declaró el consejero delegado de Apple. La cuesta abajo en la que están las ventas del que fuera el dispositivo más popular de Apple, el iPod, también se dejó sentir durante el pasado trimestre, en el que se despacharon 12,7 millones de esos reproductores, un 17,5 por ciento menos que un año atrás.
Cook negó que Apple tuviera interés en conseguir "ingresos por el mero hecho de ingresar más" e insistió en que la prioridad para la empresa es "fabricar los mejores productos" y no maximizar las ventas.
El ejecutivo defendió el actual tamaño de las pantallas del iPhone 5, 4 pulgadas, que definió como "el correcto" a pesar de la tendencia en la industria de dispositivos cada vez más grandes, con pantallas que rondan las 5 pulgadas, y que ha convertido en un éxito su rival surcoreano Samsung.