Intensa pelea en la recta final de la ley que impulsará de verdad el coche eléctrico. Borradores, alegaciones, informes de la CNE y Bruselas… En este largo proceso por el que ha atravesado la normativa que sienta las bases técnicas para cargar el vehículo en las viviendas, ahora se suma la presión que están recibiendo los técnicos del ministerio de Industria. Eléctricas, industria del motor, instaladores y fabricantes de material eléctricos… Todos los interesados están moviendo sus hilos en un tema que sigue atascado en Industria ante el dilema de elegir el modelo que defiende Endesa o el de Iberdrola.
En esta batalla parece que Endesa se queda sola defendiendo un frente que, a su juicio, es el menos costoso tanto para el consumidor como para la comunidad de vecinos, promotores de viviendas nuevas y sistema eléctrico. Al otro lado de la polémica, se encuentra el modelo de Iberdrola, "que es el que más visos tiene de que salga adelante", según fuentes conocedoras. La eléctrica que preside Ignacio S. Galán ha arrastrado con ella los intereses de los fabricantes de coches (Anfac), que preside Mario Armero (ex General Electric); y otras patronales como los instaladores, reunidos en Aedive (Agrupación de Empresas Innovadoras de la Infraestructura de Recarga del Vehículo Eléctrico), los fabricantes de material eléctrico (Afme), entre otros. Todos ellos también hablan de ventajas para el consumidor, de garantías de suministro y de menos costes.
Y en medio de este lío, algunas comunidades autónomas ya han dado pasos ante el vacío normativo estatal. Cataluña, Extremadura y Aragón ya tienen sus normativas en marcha y van también en la línea de Iberdrola.
¿Instalación express? ¿Con obras o sin obras?
La pelea en esta batalla gira fundamentalmente en la necesidad de instalar o no un aparato, que técnicamente se llama SPL y cuesta unos 100 euros. En pocas palabras, y según Endesa, permite proteger a las viviendas y garantizar la luz y la seguridad de suministro en todo momento en caso de que varios vecinos carguen el coche a la vez y esto provoque un exceso de demanda. Un coche, para Endesa, no es un electrodoméstico más, requiere una potencia equivalente al de otra vivienda. Este aparato permite diferir la carga en caso de necesidad, sin hacer obras, sin duplicar potencia y sin generar más costes.
En la práctica, en caso de que muchos vecinos recarguen su coche a la misma hora (ya hay un pico de demanda los días laborales de 19-20.00h), este aparato permite diferir la recarga del vehículo eléctrico unos minutos y garantizar que esa comunidad tenga siempre luz y seguridad. En el modelo ideal de Endesa, la comunidad de vecinos tendría centralizado el contrato de suministro eléctrico del coche y cada plaza de garaje llevaría su instalación y subcontadores.
Endesa es partidaria de incorporar dicho aparato de forma obligatoria, tanto en viviendas existentes como viviendas nuevas, y en cualquier modelo o esquema de instalación; e Iberdrola es partidaria de hacerlo de forma opcional y flexible.
Según la postura de Endesa, de no incorporar este aparato, la instalación exige en la mayoría de los casos inversiones en las infraestructuras que deben correr tanto del bolsillo de la comunidad de vecinos, como de las eléctricas (aumentos de capacidad de potencia…). “Con el SPL se racionalizaría buena parte del uso de las redes actuales. Que conste que si hay que hacer redes, se hacen. Es parte de mi negocio también. Pero no las necesitamos”, dicen en Endesa.
En cambio, para Iberdrola, fabricantes de coches (Renault, Nissan…), importadores de coches, instaladores eléctricos y fabricantes de material eléctrico es más importante que la normativa permita flexibilidad y libertad, hasta el punto de que un usuario pueda tener en la misma factura de la luz su vivienda y el coche, de modo que no tenga que pagar dos contratos, con dos términos de potencia cada mes; o si lo prefiere, que tenga un contrato específico para su vehículo eléctrico, pero que pueda contratar con quien quiera el suministro, y no que exista un suministrador único para todo el garaje.
Mientras que para Endesa el SPL es una medida para evitar obras mayores (incrementar la potencia), para algunos fabricantes de coches la instalación de este aparato es un embrollo para el consumidor, un sobrecoste y entiende que “retrasaría las ventas de los coches eléctricos". Además, según fuentes de un importante fabricante de coches en España, “un consumidor no puede entender que no pueda cargar el coche en un momento determinado por ser hora punta en su edificio, aunque la eléctrica hable de unos minutos“.
Algunos detractores de Endesa piensan que la eléctrica está defendiendo un esquema porque pretende eludir inversiones y quiere evitar que se repita el apagón de Barcelona de 2007 ante el aumento de la demanda eléctrica por un posible boom del coche eléctrico.
“Un modelo u otro. Pero que salga ya. La incertidumbre es el peor escenario”, dicen otras fuentes del sector. “Esto ocurre porque el mercado es incipiente. Si hubiera mercado, ya nos habríamos puesto de acuerdo en dos días”, añaden otras fuentes consultadas.
En el último borrador que maneja Industria (enviado a Bruselas) de esta normativa (conocida como la Instrucción Técnica Complementaria ITC-BT-52.Instalaciones con fines especiales. Infraestructura para la recarga de vehículos eléctricos del Reglamento Electrotécnico para Baja Tensión) ofrece la opción de instalar un SPL para determinados tipos de instalaciones comunitarias de recargar de vehículos eléctricos. "Es un normativa que con la opcionalidad pretende contentar a todos y a ninguno. Gran parte del sector entendió que Industria se estaba decantando por el modelo de Endesa al ofrecer esta opción", dicen fuentes del sector. Mientras Soria se decanta si incluye el escenario que defiende Iberdrola de única factura para coche y la casa, la industria al completo se ha sentado de nuevo para definir técnicamente lo que sería el polémico SPL.
