Novagalicia ha puesto en el mercado uno de sus activos inmobiliarios más atractivos. Se trata del edificio situado en la Gran Vía de Madrid, propiedad de Caixanova, que además está recientemente reformado. La entidad financiera pretende ingresar algo más de 20 millones de euros por la operación, aunque también vería con buenos ojos proceder a su alquiler.
Se trata del edificio situado en el número 4 de la Gran Vía, construido en el primer tercio del pasado siglo y que sirvió de sede al Banco Urquijo que, de hecho, da nombre al inmueble. Después de comprarlo, Caixanova procedió a su remodelación para que albergara la sede de su obra social en Madrid. Los trabajos concluyeron a finales del pasado ejercicio pero aún no se ha ocupado.
Novagalicia está procediendo a la venta de activos para tratar de sanear sus balances de la mejor forma posible. Así, la entidad financiera está procediendo en las últimas fechas a llevar a cabo una salida ordenada del capital de Sacyr mientras estudia la venta de otras participaciones en empresas cotizadas como NH Hoteles, Adolfo Domínguez, Tecnocom y GAM, entre otras.
Notable descuento
La entidad también analiza ofertas para colocar su paquete en la concesionaria de autopistas Itínere.
Por la ubicación y las características del edificio (dividido en ocho plantas, contando un sótano y planta baja y una superficie cercana a los 5.000 metros cuadrados), el precio del inmueble presenta un considerable descuento para hacerlo más atractivo.
Novagalicia está explorando también la posibilidad de proceder al alquiler del inmueble, que en la actualidad permanece por completo desocupado, por lo que se vería obligada a la búsqueda de potenciales inquilinos.