Rebajar el tono independentista, diálogo con Madrid y lucha por el concierto económico. Esas han sido las principales exigencias que trasladaron los principales empresarios catalanes a Artur Mas, presidente de la Generalitat, en una cena que se celebró el pasado miércoles en la capital catalana. En el encuentro, este grupo de directivos pidió al 'president' que estuviera dispuesto a hacer ciertos gestos con el Gobierno central para disminuir el tono de las relaciones entre Madrid y Barcelona, incluso antes de que se celebren las elecciones catalanas el próximo 25 de noviembre. A cambio, los empresarios confían que podría empezar a explorarse el camino de un futuro concierto económico, al estilo del que goza el País Vasco.
En esa línea parece caminar el anuncio que efectuó el pasado viernes Mas cuando se mostró dispuesto a que se pudiera debatir sobre una "contrapropuesta" española. El 'president' ha advertido de que, si el Gobierno de Rajoy se niega a autorizar un referéndum de autodeterminación e impide además una consulta basada en una ley catalana, acudirá a la UE y la comunidad internacional a denunciarlo y a pedir "cierto amparo" democrático. Pero si se abre un proceso de negociación o si desde el Gobierno español se formula una alternativa a la del Estado propio, Mas se ha mostrado dispuesto a consultar al pueblo de Cataluña también sobre esta contrapropuesta.
La mayoría de grandes empresarios catalanes llevan semanas viviendo con preocupación la peligrosa deriva que para sus negocios puede significar el clima independentista que se lleva viviendo desde la Diada. Como ha informado este medio, la polémica del independentismo catalán ha relanzado las ventas de cava de Valencia, Extremadura y la Rioja. Mientras, La Caixa ha dado orden a las sucursales de controlar las salidas de depósitos motivadas por el conflicto identitario.
"Todo este movimiento traerá un nuevo escenario, pero que tiene que ser debatido, aunque ello conlleve un coste político para Mas", explican varios directivos
Los mensajes públicos se estudian al detalle por los asesores de comunicación internos y externos de las empresas. "Si no te posicionas claramente catalán, te penaliza el mercado catalán y viceversa. Es muy difícil vivir en este alambre de sentimientos", explican desde varias empresas afincadas en la comunidad presidida por Mas.
La preocupación entre los empresarios es máxima ante la deriva nacionalista. "Está claro que todo este movimiento tendrá que traer un nuevo escenario. Pero éste tiene que ser debatido por ambas partes, aunque ello conlleve un coste político para Mas", explican varios directivos.
Como informó este medio, Isidro Fainé, presidente de La Caixa, ha servido de correo entre Mas y Rajoy para templar los ánimos e invitarlos al diálogo. Un diálogo que los empresarios catalanes propugnan a toda costa. De hecho, ha partido del tejido empresarial la idea de que se celebren comidas de trabajo entre políticos y empresarios catalanes para definir el marco de la posible solución al tema catalán. Estos encuentros se vienen celebrando desde hace varias semanas.