El último trimestre del año ha supuesto pérdidas o menores beneficios para la gran banca española. Las siete entidades financieras que hasta el momento han publicados sus resultados anuales han reconocido caídas en sus cuentas en el cuatro trimestre, merced a provisiones extraordinarias, saneamientos o la aportaciones al Fondo de Garantía de Depósitos (FGD), cuyo pago, a partir de este pasado ejercicio, se efectuaba al final del mismo.
Fainé realizó una provisión equivalente a la participación de Caixabank en Repsol; en total 342 millones de euros, de los que 142 millones afectaron a los ingresos
Han sido Banco Popular y Caixabank las dos entidades más castigadas en este cierre de ejercicio 2015. El banco presidido por Ángel Ron, que durante todo 2015 ha logrado un beneficio de apenas 105,4 millones de euros, registró un cuarto trimestre del año especialmente duro, con unas pérdidas de 172,6 millones de euros. El motivo: una provisión extraordinaria de 350 millones de euros para cubrirse ante una posible retroactividad (hasta mayo de 2013) de las cláusulas suelo de la entidad; además, se dotaron otros 53 millones para sanear deterioros de Abengoa, y otros 14 millones más por los de la Sareb.
También una dotación extraordinaria explica las pérdidas registradas por Caixabank en el último periodo del año. En concreto, su 12,14% de participación en Repsol. Tras anunciar la petrolera una provisión de 2.900 millones de euros por la caída del precio del crudo, la entidad presidida por Isidro Fainé realizó asimismo una provisión equivalente a ese porcentaje; en total 342 millones de euros, de los que 142 millones afectaron a los ingresos. En su conjunto, las participadas han supuesto un resultado neto negativo de 127 millones a Caixabank, que además ha tenido que provisionar también por sus riesgos en Abengoa y Sareb. Analistas como Renta4 mostraron una cierta decepción al conocer las cuentas de Caixabank toda vez que reconoció menores comisiones netas de trimestre a trimestre, una contribución negativa de la puesta en equivalencia y las citadas coberturas extraordinarias.
La cuenta de resultados en España sufre
Aunque Popular y Caixabank son las dos únicas entidades que registran resultados negativos en el último trimestre del año, todo el resto de la banca española se ha visto afectado en su rendimiento durante el mismo, mostrando beneficios menguantes respecto a periodos anteriores. Es el caso de los dos mayores bancos (Santander y BBVA), cuyas dos filiales en España han visto reducirse sus beneficios entre octubre y diciembre del pasado ejercicio.
BBVA en España alcanzó un beneficio en el 4T de 2015 de 87 millones, el más bajo de los últimos ocho trimestres
La entidad presidida por Ana Botín vio caer en el cuatro trimestre el beneficio de Banco Santander España hasta los 94 millones de euros, un 69,8% menos que el periodo anterior, presionados por un margen de intereses un 6,8% más bajo que el trimestre pasado (por los bajos tipos y el coste mayor de la 1/2/3) y por las aportaciones al Fondo de Garantía de Depósitos y al nuevo Fondo de Resolución.
Por su parte, BBVA alcanzó en su actividad bancaria en España un beneficio entre octubre y diciembre de 2015 de unos 87 millones, su resultado más bajo en los últimos ocho trimestres, merced a una caída del margen neto de 335 millones de euros. Al igual que en el caso de Santander, los resultados se han visto "afectados por las aportaciones al FGD y al Fondo de Resolución nacional", según la propia compañía.
Extraordinarios también para Bankia, Bankinter y Sabadell
Pese a haber mostrado, según los analistas, los mejores resultados comparativos de la banca española hasta el momento, también Bankia, Bankinter y Sabadell se han visto penalizados en cierta medida durante el último periodo de 2015 con unos menores resultados de los mostrados hasta entonces. En el caso de la entidad presidida por José Ignacio Goirigolzarri, el negocio recurrente apuntaba a un resultado atribuido del grupo de récord (369 millones de euros), pero la dotación de una provisión extraordinaria por contingencias de la salida a Bolsa (-184 millones de euros), sumados a las aportaciones de final de año a fondos regulatorios, y las dotaciones por Sareb y Abengoa, redujeron el resultado final a 185 millones de euros, los peores tres meses del conjunto del año.
También provisiones por las cláusulas suelo, por Abengoa y Sareb ha tenido que dotar en Banco Sabadell. En el caso de la compañía andaluza "más de lo que creemos que será necesario", tal y como reconoció su presidente, Josep Oliu, quien además reconoció haber puesto todos sus activos a precio de mercado, lo que impactó en la cuenta de resultados a final de año. Sin contar el efecto del banco británico TSB, recién adquirido, el beneficio atribuido del grupo se redujo un 43%, fijándose en los 128,6 millones de euros. Por su parte, Bankinter, registró un resultado neto de 76,4 millones de euros, frente a los 102 millones alcanzados entre julio y septiembre. Entre otros factores extraordinarios, las provisiones a Sareb (15%) y Abengoa (25%) lastraron los resultados del periodo, lo que no evitó alcanzar unos resultados recurrentes de récord para el banco en el conjunto del año.