Bankia se toma un respiro judicial. A pesar del aluvión de demandas de grandes institucionales recibidas en los últimos meses por su salida a bolsa, la entidad presidida por José Ignacio Goirigolzarri ha comenzado a vencer algunas de las batallas planteadas en los tribunales. Una de las primeras y más reseñable es la de Porcelanosa, después de que un juzgado de Villareal haya desestimado la demanda presentada por el fabricante de cerámica.
La sentencia, de principios de julio, es de primera instancia, por lo que había opción al recurso. Desde Porcelanosa no aclararon si se presentó dicha réplica o no. La empresa fundada por José Soriano y presidida actualmente por Manuel Colonques, reclamaba 517.000 euros a Bankia por las pérdidas sufridas en la salida a bolsa de 2011, en la que apostaron tres millones.
Según su demanda, Porcelanosa invirtió esta cantidad por "los argumentos vertidos por la demandada de la mayor rentabilidad, dadas las buenas críticas de la prensa especializada, la situación inmejorable de la entidad bancaria", el descuento aplicado y la "conveniencia" de participar en la operación, según detalla la sentencia judicial. A este respecto, aclara que la "importancia nacional" de la salida a bolsa hizo que no pudiera "quedar fuera" de la Oferta Pública de Suscripción (OPS). Otras empresas han reconocido, extraoficialmente, que compraron títulos de Bankia tras llamadas de miembros del Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero.
Porcelanosa reconoce que acudió a la OPS de Bankia porque no podía "quedar fuera" de una operación de "importancia nacional"
De estos tres millones, Porcelanosa fue vendiendo las acciones entre agosto de 2011 y mayo de 2012, con unas minusvalías de 517.000 euros. Para fundamentar su demanda, la empresa valenciana alega que "suscribió las acciones en base a la información contenida en el folleto informativo, que no reflejaba la situación real de la entidad", alineándose así a las sentencias del Supremo por el caso Bankia. Además, añade que "no es un inversor profesional ni institucional", sino una empresa "dedicada a la producción y comercialización de productos cerámicos".
Sin embargo, la jueza encargada del caso ha dado la vuelta a este último argumento para dar la razón a Bankia. La magistrada sí considera a la empresa valenciana un inversor profesional: "No existe duda alguna que la mercantil actora tiene dichas condiciones", apunta la sentencia. Lo hace al tener un activo superior a los 20 millones y superar sus recursos propios los 2 millones. Para esta determinación también fue clave la declaración de un empleado de Bankia, que reveló que no era la primera vez que Porcelanosa compraba acciones en una salida a bolsa y que fue "la propia demandante quien la solicitó [la adquisición de títulos del banco] sin que ningún empleado se la ofreciese".
La jueza cree que Porcelanosa "tenía información suficiente para invertir en Bankia y conocía los riesgos"
Tras alcanzar esta conclusión, la jueza de Villareal se apoya en las sentencias del Tribunal Supremo de enero, que dieron la razón a los pequeños inversores de Bankia, pero no a los institucionales, que "carecen de otros medios de obtener información sobre los datos económicos que afectan a la sociedad".
En este sentido, la sentencia concluye que el hecho de que Porcelanosa pidiera por sí misma la adquisición de las acciones de Bankia, implica que "tenía la información suficiente para realizar dicha inversión y conocía perfectamente el riesgo que asumía". Añade que "no consta que la mercantil suscribiese las acciones" de acuerdo al folleto de la salida a bolsa.
Implicaciones
Esta sentencia supone un mal precedente para otras grandes empresas que han demandado a Bankia, como Meliá Hotels Internacional y Grupo Villar Mir, según adelantó Vozpópuli. Iberdrola ha presentado por el momento la de mayor envergadura. Fuentes judiciales consultadas pronostican sentencias en distinta dirección en los próximos meses, y que sean las audiencias provinciales y el Supremo quienes determinen quien da su brazo a torcer: si Bankia o los grandes inversores.
Por el momento, el balance es contrario a la entidad nacionalizada. Ha recibido más de 50 demandas, con 21 sentencias: dos a favor, una en suspenso y 18 en contra. Aun así, estas cifras son anteriores a la sentencia de Porcelanosa. El tiempo determinará si esta decisión judicial es anecdótica o el camino a seguir por el resto de magistrados.