La reforma fiscal aprobada por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, el pasado mes de diciembre, ha incidido de forma diferente en los resultados de 2017 de los dos principales bancos españoles. Mientras que Santander se ha anotado un beneficio de 73 millones de euros, BBVA ha contabilizado una pérdida de 78 millones por las medidas aprobadas en Estados Unidos.
La reforma fiscal de Trump, que reduce la tasa fiscal del 35% al 21%, impacta en el valor de los activos fiscales diferidos (DTA, sus siglas en inglés, Deferred Tax Assets) reduciendo significativamente su valor financiero, lo que obliga a los bancos a revaluar en sus cuentas a la baja estos activos. Los DTA son gastos que los bancos no pueden desgravarse pero que, con el permiso de Hacienda, pueden emplear para reducir el pago futuro de impuestos; al reducirse la tasa impositiva futura, también se reduce el valor de los DTA.
Santander incluye la reforma fiscal de Trump entre los impactos positivos registrados en sus cuentas del pasado ejercicio. En concreto, explica el banco presidido por Ana Botín en su informe financiero anual de 2017, "los impactos positivos han sido 297 millones de euros por la plusvalía obtenida en la venta de Allfunds Bank y 73 millones por el efecto de la reforma fiscal en Estados Unidos".
Santander ha subido el sueldo en Estados Unidos a 1.500 empleados tras la reforma fiscal de Trump
El positivo impacto de la reforma fiscal estadounidense informado por Santander contrasta con el efecto negativo que en las cuentas del cuarto trimestre ha tenido la iniciativa de la Administración Trump en las cuentas de la mayoría de los grandes bancos presentes en Estados Unidos. JP Morgan, Citigroup, Goldman Sachs, Bank of America, Morgan Stanley o Deutsche Bank son algunas de las entidades que ya han comunicado un cargo de miles de millones de euros por la reforma fiscal en sus cuentas de los últimos meses de 2017.
"Además de DTL, que nos restaban, también teníamos en Estados Unidos DTL, que nos sumaban", apuntan fuentes financieras para explicar por qué en el caso del primer banco español el primer impacto de la reforma fiscal de Trump se ha saldado de forma positiva en sus cuentas. Los DTL (Deferred Tax Liabilities) son los pasivos que genera un impuesto diferido por diferencias temporarias. Las mismas fuentes señalan que Santander en Estados Unidos ha subido el sueldo a 1.500 empleados tras la reforma fiscal.
"Lo normal es que los bancos se anoten un impacto negativo en un principio, por los DTA acumulados tras los años de crisis financiera", indica el directivo de un banco afectado por la reforma en Estados Unidos. "Pero ya este año las entidades registrarán menos gasto por impuestos; el mensaje es que Estados Unidos está ayudando a revitalizar su economía y para ello también está forzando a que las compañías del país que operan en el extranjero a que no reduzcan los pagos por impuestos", añade.
BBVA señala en su último informe de Relevancia Prudencial, que su resultado de 2017, un beneficio de 3.519 millones de euros, un 1,3% más, se vio afectado, entre otros factores, por el deterioro contable de su participación en Telefónica, por determinadas operaciones en participadas, "así como por cambios en las políticas fiscales de algunos de los países en los que el Grupo BBVA está presente (principalmente, Estados Unidos)".
En su último informe financiero anual, la entidad presidida por Francisco González precisa que la rúbrica de impuesto sobre beneficios "incorporó un cargo, de 78 millones de euros, realizado en el cuarto trimestre de 2017, como consecuencia de la reforma fiscal aprobada a finales del ejercicio (…)". No obstante, añade BBVA, "para 2018 se registrará un menor importe por impuestos, lo cual tendrá un impacto positivo en los resultados del área".