Un total de 25 entidades han suspendido los test de estrés de la banca europea, mientras que 105 han aprobado. Faltan, en total, 24.600 millones de euros de capital, según los cálculos del Banco Central Europeo (BCE) y la austoridad bancaria (EBA, en sus siglas en inglés). El test, que consiste en comprobar la fortaleza de los bancos ante escenarios económicos adversos, se ha llevado a cabo sobre la base de las cuentas y los balances del cierre de 2013. Así, de entre los suspensos, hay una docena de bancos que a lo largo de este 2014 ya han tomado medidas para reforzar su capital que las dejaría ahora técnicamente en aprobado. El resto, entre las que no figura ninguna española, sigue con necesidad de robustecerse, así que quedan pendientes de captar unos 9.500 millones.
Estos son los principales resultados de la tercera prueba de resistencia que afronta la banca europea en esta crisis, la más dura hasta ahora, tras los fiascos de las realizadas en 2010 y 2011, que dieron por buenos a bancos que quebraron poco después. Esta vez han sido 130 las instituciones examinadas en la zona euro y 150 si se incluyen las entidades británicas y de otros países europeos ajenos a la moneda común. En global, se han sometido a revisión activos por valor de 3,72 billones, el 58% del total de todas las entidades.
La banca italiana es la que peor ha salido en la foto. El Banco de Italia confirmó que nueve instituciones bancarias del país no superaron las pruebas de solvencia, informa Efe. A finales de 2013 había nueve bancos italianos que presentaban "potenciales carencias de capital", recordó el Banco de Italia, por un total de 9.700 millones de euros. El Monte dei Paschi ternía el mayor déficit de capital, de 2.100 millones de euros. El alemán Commerzbank es otro de los bancos que ha suspendido la prueba, así como el italiano Banca Carige, que requiere 810 millones de euros de capital. Asimismo, el griego Eurobank tampoco pasa la prueba y necesita 1.760 millones.
En total, la EBA señala que tres bancos griegos, tres chipriotas, dos de Bélgica, de Eslovenia, así como unos en cada uno de los países de Francia, Alemania, Austria, Irlanda y Portugal han quedado cortos de capital al cierre de 2013, según Reuters.
La banca europea no está cumpliendo su función de motor de la recuperación pese a los seis años de que lleva de reestructuración y el aproximadamente medio billón de euros en ayudas públicas a lo largo de esta crisis. El Fondo Monetario de Internacional (FMI) alertó en su asamblea de octubre de que el 70% del sector no estaba lo "bastante fuerte" para dar un ritmo de crédito suficiente que reanime la actividad, un porcentaje que en el conjunto del mundo cae al 40%. El criterio que usa el Fondo para considerar que una entidad no da suficiente crédito para sostener la recuperación es que logre incrementarlo a un ritmo del 5% anual.
En el conjunto de la zona euro hay hasta 800.000 millones en activos morosos, el doble que en 2009, y algunos organismos creen que incluso que la cifra podría ser mayor. El pasado junio lanzó una dura advertencia el Banco de Pagos Internacionales (el BIS, en sus siglas en inglés), un organismo coordinador mundial de los bancos centrales, lanzó ayer una dura advertencia sobre la morosidad oculta o “pérdidas no declaradas” en algunos bancos, lo que acaba por tener efectos perversos: "Las pérdidas no reconocidas distorsionan los incentivos de los bancos, desviando recursos para mantener a flote a prestatarios con problemas en lugar de financiar nuevos proyectos", dijo el BIS.
El BCE ha defendido recientemente las tareas llevadas a cabo por el sector: “Desde el verano de 2013, los bancos de la zona euro han fortalecido sus balances en 203.000 millones. Esto incluye 59.800 millones en más capital, 31.600 millones en cocos [instrumentos de capital]", dijo el presidente de la institución, Mario Draghi, a primeros de este mes. Asimismo, ha habido “26.000 millones con retención de beneficios, 18.300 millones por venta de activos, 17.600 en nuevas provisiones y unos 50.000 en otros activos”, añadió.
