Construcción y Auxiliar de Ferrocarriles (CAF) se está viendo golpeado por los retrasos en los pagos de las administraciones públicas, tanto en España como en el extranjero. Si anteayer era en Madrid, ahora le ha tocado el turno a Caracas (Venezuela).
El grupo vasco ha tenido que provisionar 65,2 millones de euros por los retrasos en los pagos de un contrato que se adjudicó en 2008 para la fabricación y suministro de 45 trenes de siete unidades cada uno para la Línea 1 del Metro de Caracas. El contrato, por un importe cercano de 600 millones de euros, es uno de los mayores de la historia del grupo de Beasain (Guipúzcoa).
El fabricante ferroviario ya había provisionado en sus cuentas del ejercicio 2012 una suma importante, de 41,5 millones, relacionada con ese contrato, “como consecuencia de las condiciones contractuales existentes”, pero en el último ejercicio la cuantía provisionada se ha elevado hasta los citados 65,2 millones, a pesar de que “a 31 de diciembre de 2013, ya se habían enviado todos los trenes al cliente”.
El año pasado, la empresa envió a Venezuela las cinco unidades que todavía faltaban para la renovación de esta línea, que con una extensión de 44 kilómetros “representa la columna vertebral en los desplazamientos de la ciudad de Caracas”, con 2 millones de pasajeros al día, según CAF.
Así, en sus cuentas de 2013 aparece recogida, en la partida de saldos a cobrar, una “facturación diferida” de 136,5 millones de euros correspondiente a ese contrato, cuyo cobro, dice CAF, “está asegurado mediante una póliza de seguros” y a través de la citada provisión.
Fuentes de CAF reconocen los retrasos pero dicen que no hay "ningún tipo de conflicto" con el Gobierno de Nicolás Maduro
Fuentes de CAF reconocen la existencia de esos retrasos, pero dicen que no hay “ningún tipo de conflicto” con Venezuela y confían en que el Gobierno de Nicolás Maduro acabe pagando lo que debe. Las mismas fuentes no precisan qué cantidad está todavía pendiente, aunque aseguran que una cantidad importante ya ha sido satisfecha.
Metro de Caracas, una empresa adscrita al Gobierno de Venezuela cuya "visión" es, según su web, “ser la empresa socialista de servicio público ejemplar en el país, a través de la prestación de un servicio integrado en la Gran Caracas, solidario y de calidad, con un alto grado de sensibilidad social”, adjudicó el contrato en octubre de 2008 al consorcio español UTE-CSM, formado por el grupo vasco, las constructoras Cobra (ACS) y Constructora Hispánica y la compañía de sistemas de señalización Dimetronic, actualmente integrada en la multinacional alemana Siemens.
El contrato, por un importe global de cerca de 1.500 millones de euros, comprendía, además del suministro del material rodante, la renovación de 22 kilómetros de trayecto en doble vía, la construcción de patios y talleres para el mantenimiento de los vehículos y la modernización de los sistemas de energía, señalización, comunicaciones y billetaje.
CAF, uno de los mayores fabricantes de material ferroviario del mundo, ganó el año pasado 91 millones de euros, un 8,4% menos, y facturó 1.535,2 millones de euros (un 10,8 % menos), de los que el 83,2% correspondió a mercados internacionales. El beneficio antes de impuestos fue de 114,3 millones, un 10,2% menos, y el Ebitda o beneficio operativo aumentó un 23%, hasta 222,9 millones de euros.
La cartera de pedidos a 31 de diciembre de 2013 se situó en 4.802,9 millones de euros, de los que aproximadamente el 80% son proyectos en el exterior. Actualmente la multinacional vasca está desarrollando proyectos en Sao Paulo, Belo Horizonte y Refice (Brasil), Trieste (Italia), Auckland (Nueva Zelanda), Estados Unidos, Tallín, Medellín (Colombia), Helsinki o Santiago de Chile, entre otros destinos.