La Generalitat asumirá a partir de este martes la gestión de Catalunya Caixa y Caixa Laietana, que pasarán a estar en manos de una comisión gestora que se encargará de llevar a cabo el proceso de transformación de las dos entidades en fundaciones con carácter especial, tal y como exige la ley.
El conseller de Economía, Andreu Mas-Colell, firmó el pasado viernes el nombramiento de la comisión gestora de cada caja, que estará integrada por tres representantes comunes del gobierno catalán y por uno de la propia entidad, según han confirmado a Efe fuentes del departamento.
Los responsables de la Generalitat en estas gestoras serán el jefe de Gabinete del conseller de Economía, Albert Carné, representante del Govern en los procesos de transformación de cajas de ahorros en fundaciones especiales; el director general de Entidades Jurídicas del departamento de Justicia, Santiago Ballester, y el asesor jurídico de Economía Josep Lluís Garcia. Los tres integrarán la comisión gestora de Catalunya Caixa junto con el hasta ahora presidente de la entidad, Manel Rosell.
En Caixa Laietana, el representante de la entidad será Jordi Beltran, hasta ahora vicepresidente de la caja de Mataró (Barcelona), cuyo consejo de administración cesó en bloque la pasada semana, incluido su presidente, Josep Ibern. En ambos casos, pues, se han disuelto los órganos de gobierno existentes, lo que implica el fin de la existencia de las dos cajas de ahorros catalanas. Está previsto que "en breve" ocurra lo mismo con Unnim, la entidad que aglutina las obras sociales de las cajas de Manlleu, Sabadell y Terrassa.
En el caso de Unnim, su actividad financiera está en manos de BBVA, mientras que el negocio bancario de Caixa Laietana se transfirió a Bankia, actualmente en manos del Estado, y la de Catalunya Caixa pasó a Catalunya Banc, que también está nacionalizada y pendiente de ser subastada.
El Congreso acelera el proceso de transformación
El objetivo de estas comisiones gestoras es llevar a cabo el proceso de transformación de las cajas en fundaciones privadas con carácter especial. En las próximas semanas, las gestoras aprobarán los estatutos de las nuevas fundaciones y designarán un patronato para cada entidad, que estará formado por una veintena de miembros.
Estos patronatos serán los encargados de nombrar a los nuevos presidentes de las fundaciones, que tendrían que estar operativas a principios de 2013.
Este proceso de transformación se ha visto acelerado por la Ley que aprobó hace unos días el Congreso, que da un plazo de cinco meses para convertirse en fundaciones a todas las cajas que hayan perdido el control de su actividad financiera, como es el caso de Catalunya Caixa y Caixa Laietana.
La obra social de Caixa Laietana impulsa actividades en ámbitos como la cultura y la educación, la asistencia social y sanitaria, el medio ambiente y la cooperación. Además, gestiona diversos equipamientos culturales y sociales, como bibliotecas o el Ateneu de Mataró. Catalunya Caixa, por su parte, gestiona activos de gran valor como el edificio modernista de La Pedrera, el monasterio de Sant Benet de Bages (Barcelona) o la Fundación Territori y Paisatge.