Cellnex Telecom ha mantenido una política expansiva durante los últimos años. Esta compañía del Ibex 35 ha realizado diferentes operaciones en Francia, Suiza, Italia o Países Bajos con el objetivo de incrementar su infraestructura y su volumen de negocios. La semana pasada, la multinacional francesa Altice presentó un ambicioso plan de reestructuración que, entre otras cosas, prevé la reducción de su deuda, de 50.000 millones de euros, sobre la que los inversores han mostrado su preocupación en los últimos tiempos. En vista de esta situación, la cotizada dirigida por Tobías Martínez estudia la posibilidad de incrementar su huella en el país galo mediante una operación sobre sus torres de telecomunicaciones.
Altice anunció en las últimas semanas de 2017 su intención de desprenderse de una gran parte de su infraestructura, principalmente, la que se encuentran en Francia y Portugal, que puede alcanzar un valor de mercado de alrededor de 4.500 millones de euros. Esta desinversión le serviría para reducir su alto nivel de endeudamiento, al que se atribuye, en parte, el desplome de su acción durante la última parte del año pasado.
Fuentes de la compañía no desmienten su interés en la infraestructura de Altice, aunque insisten en que no hay una negociación abierta al respecto. No hay que olvidar que Francia es uno de los mercados de interés estratégico para Cellnex. Su división en este país (Cellnex France) se creó en 2016 después de llegar a un acuerdo con Bouygues para la compra de 500 emplazamientos de telecomunicaciones. Su objetivo es que el número aumente hasta los 3.000 en 2021 en virtud de su acuerdo con Bouygues, aunque la cifra aumentaría considerablemente en caso de que adquiera los activos de Altice.
La millonaria inversión que requerirá esta expansión 2017-2021 junto con Bouygues se financiará, en parte, con los 600 millones de euros de bonos convertibles que colocó en bolsa el pasado lunes en bolsa, equivalentes al 6,8% del capital de la empresa, que devengarán a un interés fijo anual del 1,5%. Es decir, más bajo de lo que preveía la empresa cuando salió al mercado.
La OPA sobre Abertis en el horizonte
Hay que tener en cuenta que el futuro de esta empresa se encuentra condicionado por la situación de su principal accionista, Abertis (34%), sobre el que penden dos OPAS -Atlantia y ACS- que aún no se han resuelto. A mediados de mayo, después de anunciar su oferta pública de adquisición, Atlantia dejó claro que se deshará de una parte de su participación en Cellnex en caso de comprar Abertis. Todo, para que su porcentaje descienda por debajo del 30% y no se vea obligada a lanzar una nueva OPA sobre la ‘telco’. ACS se pronunció de una forma similar hace unas semanas.
Sea como fuere, la incertidumbre que rodea a su accionista significativo no ha paralizado los planes de expansión de la 'telco'. El pasado mayo, anunció la adquisición de Swiss Towers AG, en consorcio con Deutsche Telecom Capital Partners (DTCP) y Swiss Life Asset Managers, lo que le permitió integrar en su red más de 2.200 nuevas torres.
Pocas semanas después, en julio, compró a Wind el 10% de su participación en Galata Towers por una cantidad aproximada de 85 millones de euros. En septiembre, invirtió 133 millones de euros en Alticom, lo que supuso la adquisición de 30 torres de “gran alcance” que cubren todo el territorio holandés.
En su punto de mira -además de la infraestructura de Altice- también se encuentran las 8.000 torres que tiene Hutchison en Italia, que –según espera el mercado- pondrá a la venta tras la fusión de su negocio (H3G) con el de VimpelCom (Wind).
Según sus registros, la empresa comandada por Tobías Martínez opera 7.423 emplazamientos en España, 4.100 en Francia, casi 9.000 en Italia, 2.839 en Suiza, 788 en Países Bajos y 581 en Reino Unido. Una operación con Altice en el país galo podría convertirle en su principal mercado.