En vísperas de las vacaciones de verano y a escasos meses de que la Comisión Nacional de la Competencia (CNC) quede engullida por el futuro superregulador, la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), el presidente de la CNC, Joaquín García Bernaldo de Quirós, ha decidido consolidar el estatus de cerca de una treintena de empleados de la casa cuyos puestos de trabajo tenían hasta ahora carácter provisional.
El pasado 22 de mayo, la CNC convocó un concurso específico para cubrir 29 “vacantes” en el organismo cuya provisión se estimaba “conveniente en atención a las necesidades del servicio”. El concurso estaba abierto a funcionarios de carrera en cualquier situación administrativa, aunque estaban “obligados” a tomar parte en el mismo aquellos funcionarios que entonces estuvieran en la CNC “en situación de adscripción provisional”, según las bases de la convocatoria.
Los 29 puestos se adjudicaron el pasado 23 de julio en otra resolución firmada por el propio Bernaldo de Quirós, cuya vuelta a la carrera judicial se da ya por descontada. Esos puestos comprenden, entre otros, once inspectores, cinco secretarias, tres jefes de negociado, dos jefes de servicio y otros tantos subinspectores y se han cubierto enteramente con personal que ya trabajaba en la CNC cumpliendo esas mismas funciones.
Fuentes del organismo señalan que este proceso es “habitual” en la Administración Pública y explican que se trataba de “un concurso interno para regularizar diferentes puestos que estaban sin nombramiento oficial”.
Se trata del segundo proceso de este tipo que resuelve el organismo en lo que va de año. En enero, la CNC consolidó otros siete puestos, lo que eleva a 36 el número de trabajadores que han visto regularizada su situación en los últimos meses. En enero, el proceso afectó a cuatro subdirectores adjuntos, dos vocales asesoras y a la secretaria del director de gabinete del presidente.
Fuentes del organismo cifran en torno a unos 170 trabajadores la plantilla de la CNC, tras las bajas que se han producido en los últimos meses entre algunos de sus empleados, funcionarios de carrera que han optado por otros destinos con mejores perspectivas ante la incertidumbre que implica la futura CNMC. El organismo, que en principio estará en marcha en octubre, tiene previsto absorber al personal de la propia CNC y del resto de reguladores, entre otros, la CNE (energía) y la CMT (telecomunicaciones).
La Ley de Creación de la CNMC establece que “con carácter excepcional, el personal laboral fijo de los organismos públicos extintos que viniese ocupando puestos con funciones que, de acuerdo con lo establecido en esta Ley, deban ser desempeñadas por personal funcionario, podrá seguir ocupando dichos puestos”.
La queja por la falta de efectivos ante la carga que ha afrontado en los últimos años ha sido recurrente en la CNC desde la época de su anterior presidente, Luis Berenguer. A junio de 2012, último dato oficial disponible, la plantilla del organismo ascendía a 197 efectivos, de los que 7 eran altos cargos, otros siete, empleados laborales dedicados a tareas de oficios y la inmensa mayoría (183), funcionarios.