La Comisión Nacional del Mercado de Valores investiga operaciones a corto sobre Abengoa. De acuerdo a fuentes cercanas al regulador del mercado, el organismo ha colocado bajo "vigilancia especial" este tipo de operaciones sobre el valor en Bolsa del grupo energético. Las mismas fuentes consideran que se trata de una de las "patatas calientes" que la nueva presidencia de la CNMV tendrá que afrontar tras la salida de Elvira Rodríguez.
El valor en Bolsa de Abengoa ha estado sometido a fuertes caídas desde hace ya casi dos años coincidiendo con la publicación de informaciones relacionadas con la deuda del grupo y su situación concursal. Los inversores a corto han aprovechado sus previsiones de caída del valor de mercado de la compañía española para lograr beneficios.
Los inversores utilizan las posiciones cortas o bajistas cuando creen que el valor sobre el que apuestan va a caer. La operación consiste en tomar prestadas acciones de una compañía cotizada y venderlas en el mercado para comprarlas después cuando los títulos caigan al nivel esperado. Entonces se devuelven las acciones prestadas; el beneficio se genera por la diferencia entre el precio al que se vendieron las acciones y el precio al que se compraron aprovechando la caída prevista.
En abril de 2015 las posiciones cortas sobre Abengoa alcanzaron el 9,7% del capital, el máximo al menos desde 2010
En noviembre de 2014 Abengoa perdió en sólo dos sesiones el 48% de su valor en el mercado tras la publicación por parte de la agencia de calificación Fitch de una nota sobre la deuda de la compañía, con perspectiva negativa, relacionada con la contabilización de bonos emitidos por el grupo con sede en Sevilla. Además la empresa revisó entonces a la baja su previsión de ingresos.
En agosto de 2015 la multinacional española volvió a vivir otra jornada de pánico en Bolsa. La compañía anunció a principios de ese mes un ampliación de capital por 650 millones de euros no prevista por los inversores. El mercado reaccionó castigando el valor provocando una caída de más del 30% en la sesión del día 3 de agosto.
El 25 de noviembre del pasado año Abengoa perdió el 53,8% de su valor en Bolsa tras comunicar el fracaso de sus negociaciones con el grupo Gestamp y anunciar su entrada en preconcurso de acreedores. Desde entonces, la evolución en Bolsa del grupo ha estado condicionada por la marcha del proceso concursal, viviendo jornadas de subidas cuando parecía que alcanzaba un acuerdo definitivo para refinanciar su deuda y evitar el concurso de acreedores, y de bajadas cuando el proceso era puesto en duda.
En junio de 2014 el total de posiciones cortas sobre el capital de Abengoa era del 6,2%. Ese porcentaje fue subiendo hasta situarse por encima del 8% del capital poco antes de que la compañiá anunciara sus menores previsiones de ingresos y Fitch advirtiera sobre la contabilización por parte del grupo de su deuda relacionada con la emisión de bonos.
En febrero de 2015 el total de posiciones cortas sobre el capital de Abengoa cayó al 6%, pero en abril se disparó hasta el 9,7%, un porcentaje nunca alcanzado sobre el valor de la compañía, al menos desde 2010. Durante este año el agregado de posiciones cortas sobre Abengoa no ha alcanzado el 5% situándose en la actualidad en el 3,9%. Entre febrero y abril de este año, dicho porcentaje fue el más bajo de los dos últimos años coincidiendo con la previsión de que la compañía alcanzara un acuerdo de refinanciación con sus acreedores. El juez del preconcurso de Abengoa homologó en abril el acuerdo de refinaciación al que ahora deben adherirse los acreedores del grupo para evitar el concurso.
El juez cita a Benjumea
Hoy está previsto que se celebre en Sevilla la última vista sobre las impugnaciones al acuerdo de homologación de refinanciación de la deuda de Abengoa aprobado por el juzgado mercantil número dos de la capital andaluza, en la que las partes expondrán sus conclusiones.
El fondo de infraestructuras estadounidense EIG, la aseguradora suiza Zurich Insurance, o sociedades de inversión estadounidenses como AIG, Atlantic Specialty Insurance, o Fidelity -que en conjunto reclaman una deuda de 1.400 millones de euros a Abengoa- han impugnado ese acuerdo que fue aprobado por el juez el pasado mes de abril. Dicho acuerdo ha permitido a la compañía seguir negociando la refinanciación de su deuda con los acreedores financieros durante otros siete meses.
El expresidente de Abengoa, Felipe Benjumea, ha sido citado a declarar como testigo en este proceso, pero en las dos ocasiones en las que estaba previsto que el primer accionista de la compañía acudiera a declarar, no lo ha hecho. El juez advirtió el lunes que si Benjumea no se presentara el viernes sería citado por una causa penal.
La representación legal de los bonistas que han impugnado el acuerdo de homologación pretenden que Benjumea reafirme lo que ya expusieron en sus declaraciones en la Audiencia Nacional los consejeros de Abengoa. La Audiencia Nacional investiga la indemnización de más de 11 millones recibida por el expresidente de Abengoa por su salida del grupo, en septiembre de 2015. De acuerdo a fuentes presentes en esas declaraciones, los consejeros sostuvieron que fueron los principales bancos acreedores, principalmente Santander, los que exigieron la salida de Benjumea de la compañía.