Pablo Sánchez tiene 41 años, es padre de dos hijos y tiene cientos de fotos con ellos en Google Photos. Es cómodo. Capta una imagen y automáticamente ésta queda almacenada en la nube. No necesita espacio en el teléfono, los servidores de Google almacenan sus instantáneas al momento.
Además, Pablo guarda en Dropbox un excel con todos los gastos y la contabilidad de su casa: cuánto paga de hipoteca mensualmente, los recibos de la luz, las facturas del supermercado, los justificantes del pago del colegio de sus hijos... Información que le permite a la familia Sánchez gestionar mejor la contabilidad de la casa.
Pablo toca en un grupo de música y también utiliza Dropbox para almacenar sus composiciones. Las almacena en formato MP3 y en Word (música por un lado y voz por otro). Cada vez que tiene una nueva creación, la comparte con el resto de los miembros de la banda para ensayarlas en el local en el que dan rienda suelta a su creatividad. Pero el destino le juega una mala pasada a Pablo. Un día, volviendo de uno de los ensayos, fallece en accidente de tráfico.
A veces el camino más obvio es el más rápido para conseguir las cosas. Si Pablo le facilitó a su mujer en su día las claves de su ordenador, Ana podrá acceder sin problemas a la nube de su marido
Días después del sepelio, Ana, su mujer, busca fotos en su teléfono móvil para recordar a Pablo con sus hijos, pero se da cuenta de que tiene muy pocas. Casi todas las tenía Pablo en la nube.
En paralelo a esto a los miembros del grupo de música del fallecido deciden preparar un concierto homenaje y necesitan acceder al Dropbox de Pablo para ver si avanzó en la última canción que estaba componiendo. Quieren interpretarla en el recital.
Todo lo que hemos contado hasta ahora es una historia ficticia, pero que puede darse en la vida real. Tanto es así que los principales servicios de almacenamiento en la nube, como es el caso de Google (Gmail, Drive, Google Photos...) o Dropbox, cuentan con una política concreta para gestionar este tipo de peticiones.
Comenzar con los trámites
Aunque no en todos los casos es posible acceder a los datos en la nube de un familiar fallecido -el proveedor del servicio se reserva la última palabra-, las compañías permiten a familiares y amigos realizar peticiones online a través de formularios para estudiar cada caso y dar acceso a la información si es oportuno.
Así, Dropbox cuenta con un epígrafe específico a tal efecto en el que explica cuál es el procedimiento a seguir. El servicio destaca antes de entrar en materia que quizá lo más sencillo, aunque no se haya pensado esta posibilidad, es tratar de acceder a la información directamente a través del ordenador del fallecido, siempre y cuando se se compartieran equipo y contraseñas. Es una forma muy sencilla de hacerse con la información pero hay quien no cae en ella.
Si se dispone de una autorización para acceder a los archivos del fallecido o una orden judicial indicando que su voluntad era que determinada persona tuviera acceso a la cuenta, todo es más sencillo
En el caso de que no sea posible, Dropbox solicitará diferente información para realizar la petición de acceso: documentación que acredite el fallecimiento, la dirección de correo electrónico asociada a la cuenta, el nombre y apellidos de propietario y solicitante, fotocopia del DNI...
El envío de esta información no garantiza nada. La mayoría de los servicios de almacenamiento en la nube se reservan la última palabra a la hora de facilitar la información de una persona fallecida. Esto se debe a la obligación que poseen de cumplir estrictamente con la normativa de protección de datos.
En el caso de Google Photos el proceso es similar. La política de uso de la aplicación también explica cómo realizar el proceso.
Los datos que se piden para gestionar el acceso a la información son prácticamente los mismos: nombre y apellidos del solicitante y del fallecido, dirección, así como documentos varios... Google también pone a disposición del usuario un epígrafe específico que permite subir cualquier tipo de documentación adicional que certifique o demuestre que el solicitante tiene permiso para acceder a los archivos.
Esto tampoco garantiza nada: como en el caso de Dropbox, en el formulario se expresa de forma bien clara que será el proveedor quien decidirá en último término facilitar o no la información.
Una de las opciones que ofrece Google es el acceso a las cuentas de un usuario por parte de otro usuario -también de Google-, cuando haya habido un periodo de inactividad en el servicio (3, 6, 9 ó 12 meses). El buscador explica cómo hacerlo en su blog. El propietario debe habilitar esta posibilidad con anterioridad.
Aunque parezca misión imposible, recuperar los datos de un familiar o amigo no es tan complejo. "La ley orgánica de proteccion de datos no afecta al ámbito doméstico, esto hace que sea mucho más sencillo que el proveedor del servicio en la nube facilite este tipo de información", explica Tamara Morales, directora de Prodat (Protección de Datos) en Castilla y León y del despacho NTAbogados.
¿Qué pasa con Facebook?
En el caso, por ejemplo, de las fotografías que se almacenen en Facebook, la compañía de Zuckerberg crea una cuenta conmemorativa de la persona y respeta la privacidad original de cada contenido. Es decir, está visible por el mismo público con el que el usuario lo compartió en su día.
Por defecto nadie puede iniciar sesión en una cuenta conmemorativa. Si la familia quiere que una persona determinada gestione ciertos aspectos de esa cuenta, por ejemplo aceptar solicitudes de amistad de otros amigos y familiares, destacar posts o cambiar la foto de perfil, se establece lo que se llama un contacto de legado.
Todo puede ser más fácil
Si se dispone de una autorlzación para acceder a los archivos de la persona en cuestión o una orden judicial indicando que la voluntad del fallecido era que determinada persona tuviera acceso a la cuenta después de su muerte, cualquier servicio de almacenamiento en la nube estará obligada por ley a proporcionar los archivos.
Es decir, si tenemos información a la que deseamos que puedan tener acceso familiares y amigos en caso de fallecimiento, bastará con realizar un poder con valor jurídico que permita, a quienes nosotros decidamos, acceder a esos datos cuando faltemos.