Pocos bancos están tan ligados a la idiosincrasia española como Banco Popular. Desde su accionariado, en el que han estado presentes familias ahorradoras del Opus Dei, hasta su negocio, ligado al de las pymes españolas. Sin embargo, la crisis que vive el banco presidido desde el pasado mes de febrero por Emilio Saracho, se sigue con especial atención en Estados Unidos, México, y Chile. Grandes fondos estadounidenses y algunas de las mayores fortunas latinoamericanas se juegan cientos de millones de euros en Popular.
Si Banco Popular fuera intervenido, los inversores en los bonos AT1 serían los primeros tenedores de deuda en ser eliminados. Los que apuestan por este tipo de bonos pagan altos cupones, absorben las pérdidas en situaciones problemáticas; a partir de un cierto nivel de caída de cotización, los bonos se convierten en acciones.
En Banco Popular, la conversión de dichos bonos en acciones sucedería si determinados ratios cayeran por debajo de un porcentaje fijado a las dos emisiones realizadas por el banco de este tipo de bonos, una en 2013 y otra en 2015, en total 1.250 millones de euros emitidos.
El primer propietario de este tipo de bonos de Popular, es la sociedad estadounidense Pimco. Como informó ayer jueves Financial Times, Pimco posee, a 31 de marzo, 279 millones de euros de bonos AT1 de Popular.
Aunque los ratios de solvencia de Popular todavía están por encima de los fijados para el cambio en acciones, la caída del valor de la acción de la entidad -el jueves registró mínimo histórico tras perder el 17,9% de su calor cerrando a 0,5 euros por título- obliga a Pimco a prestar especial atención a la evolución de los acontecimientos relacionados con Banco Popular.
Pimco gestiona 1,5 billones de dólares en activos en el mundo, con 2.150 empleados repartidos en 12 oficinas situadas en América, Europa, y Asia. La sociedad, fundada en California en 1971, gestiona inversiones para empresas, bancos, universidades, fondos.
Los rumores sobre una alianza latinoamericana para controlar Banco Popular han sido imparables en las últimas semanas
El segundo mayor accionista de Banco Popular, tras la Sindicatura de Accionistas -con el 9,6% del capital, en el que se encuentran inversores ligados al Opus Dei- es el fondo estadounidense BlackRock, con el 4,09% del capital. Sin embargo, buena parte de esta participación han sido acciones prestadas a inversores bajistas, al menos hasta hace una semana. El fondo ha estado variando la participación directa que tiene en Popular y la que tiene prestada a los cortos.
La Comisión Nacional del Mercado de Valores publicó ayer una nueva modificación de esos porcentajes que BlackRock tiene como participación directa y como prestada a bajistas. Según la comunicación aparecida ayer jueves en los registros del regulador, el fondo estadounidense varió el pasado día 25 de mayo su participación, pasando el porcentaje directo de un 1,1% a un 3%, y la que tiene a través de instrumentos financieros, de un 2,9%, a un 1%.
BlackRock está considerado como el mayor inversor del mundo, gestionando activos valorados en 5,1 billones de dólares. En España gestiona inversiones valoradas en más de 25.000 millones de euros, siendo el primer accionista de Santander, BBVA, y Telefónica.
Dos de las mayores fortunas latinoamericanas están presentes en el accionariado de Banco Popular.
A principios de mayo la familia chilena Luksic, considerada la mayor fortuna del país, se hizo con el 3% de las acciones del banco, a través de Vallum Foundation, en una operación valorada entonces en 87 millones de euros. El interés de los Luksic en Popular sigue siendo una incógnita: por qué unos experimentados inversores financieros -controlan el Banco de Chile- apuestan por un banco con los problemas del Popular y con la acción en caída libre.
Quizá la respuesta esté también al otro lado del Atlántico. El empresario mexicano Antonio del Valle invirtió 450 millones de euros en Popular en 2013, liderando a un grupo de inversores de su país y tomando el 6% del capital. Del Valle llegó a ocupar un puesto en el consejo de Popular, pero tras chocar con el anterior presidente del banco español, Ángel Ron, abandonó el puesto. En la actualidad, según los registros de la CNMV, Del Valle posee el 0,08% del Popular, a julio de 2016.
Antonio del Valle ha tenido negocios conjuntos con el hombre más rico de Latinoamérica, Carlos Slim, primer accionista también de la constructora española FCC. Los rumores sobre una alianza latinoamericana para controlar Banco Popular han sido imparables en las últimas semanas.