No va más en el proyecto Distrito Castellana Norte, la antigua ‘operación Chamartín’. BBVA y Grupo San José, accionistas de la promotora del desarrollo urbanístico, realizarán el último esfuerzo para que pueda llegar a buen puerto con la aportación de algo más de 23 millones de euros a través de una ampliación de capital. Será a comienzos del año que está a punto de iniciarse y que es capital para la operación: si en 2016 no llega el visto bueno político, no habrá desarrollo. Al menos, con la actual promotora.
La sociedad Distrito Castellana Norte (DCN) aprobará la ampliación de capital en una junta extraordinaria de accionistas que se celebrará el próximo mes de enero. Los 23,2 millones de euros que aportarán los dos socios se sumarán a los más de 100 millones que han ido inyectando en los últimos tiempos para realizar modificaciones en la operación y también para cubrir los gastos corrientes de la promotora.
Para los promotores de la conocida como ‘operación Chamartín’ es hora de echar el resto porque el tiempo se acaba. De ahí que la cuantía de la ampliación sea superior a la planteada en otras ocasiones, cuando la cifra se movía en el entorno de los diez millones de euros. Fuentes de DCN señalan que la cuantía de la ampliación se destinará a sufragar el normal desarrollo de la sociedad y que no se prevé gasto extraordinario alguno.
No obstante, el próximo no es un año cualquiera para el futuro de uno de los desarrollos urbanos más ambiciosos de Europa. Será el último en la singladura de DCN, antes denominada Desarrollos Urbanísticos Chamartín (DUCH), si el Ayuntamiento de Madrid no aprueba definitivamente la modificación del Plan Parcial que permite poner en marcha las obras antes del 31 de diciembre.
Premura de tiempo
Y el tiempo se termina. El equipo de gobierno del Consistorio madrileño ya ha anunciado que no tomará medida alguna hasta que no se haya confeccionado la composición del nuevo Gobierno de la nación, que saldrá de las elecciones de este domingo. Especialmente relevante será el titular de la cartera de Fomento, toda vez que el futuro de la estación de Chamartín ha sido señalado por el Ayuntamiento como una de las claves para dar el visto bueno a la operación.
Para amenizar la espera, el Ayuntamiento puso en marcha una serie de reuniones con representantes de los partidos políticos y de las asociaciones vecinales para debatir sobre la operación. Las conclusiones no se conocerán hasta febrero. Es decir, como poco se habrán consumido dos meses del decisivo 2016 antes de que la actividad en torno al debate político de DCN vuelva a ponerse en marcha.
El Ayuntamiento de Madrid ha asegurado en numerosas ocasiones que no aprobará la operación tal y como está planteada en la actualidad, pese a contar con el beneplácito de un buen número de administraciones públicas tanto nacionales como autonómicas.
La postura de DCN sigue siendo la misma: por la promotora no quedará. Una prueba más es el nuevo esfuerzo económico que harán los socios de la promotora para mantener las espadas en todo lo alto.
