Hay una guerra abierta entre el poderoso sector eléctrico tradicional y las empresas de renovables sobre qué energías son las que provocan las fuertes subidas del recibo de la luz y que el déficit de tarifa siga engordando año tras año. Las primeras acusan a las segundas de ser las culpables, por el alto coste que tienen para el sistema eléctrico las primas a las energías renovables.
El lobby solar, por su parte, se ha revuelto contra esta acusación y ha preparado un demoledor informe que desglosa por partidas una factura tipo y concluye que el 55% de lo que pagan los más de 18 millones de hogares y pequeñas y medianas empresas va a parar "a la caja de las grandes eléctricas".
Es decir, según estos cálculos, 55 de cada 100 euros del recibo van a parar a las arcas de las cinco grandes eléctricas (Endesa, Iberdrola, Gas Natural Fenosa, HC Energía y E.ON España). El Estado, vía impuestos y otras pequeñas partidas, se embolsa 27 euros, "sólo" (recalcan los responsables del informe) 9 euros van a parar a los "productores independientes de renovables" y los restantes 9 euros a otros costes del sistema.
Detrás del informe están las tres patronales de energía solar (Unef y Anpier, del sector fotovoltaico, y Protermosolar, del termosolar), asociaciones como Greenpeace y Fenie, entre otras, y la Plataforma por un Nuevo Modelo Energético.
Es un documento claramente de parte que trata de desmontar la idea que se ha ido instalando en la opinión pública de que las energías renovables son carísimas y son las culpables, en buena parte, de las subidas del recibo (se ha incrementado un 63% en los últimos cinco años) y del déficit de tarifa (deuda acumulada de más de 28.000 millones de euros porque el precio que se paga por la luz es inferior al coste de producirla con todas las tecnologías).
Toma de base la factura tipo de 55,15 euros al mes que establece el IDAE, organismo dependiente del Ministerio de Industria y Energía. Sus promotores destacan que "solo el 9% de la factura corresponde a las primas a las renovables independientes" y que "el 55% corresponde a pagos directos a las grandes eléctricas". De este porcentaje, el 60% procede del coste de producción de electricidad y de su distribución.
En un desglose más amplio de la factura (ver gráfico adjunto), el documento atribuye un 22,6% a impuestos, un 14,22% a energía, un 12,41% a distribución, un 9% al apoyo a las renovables independientes, un 8,18% a la retribución de las renovables de grandes eléctricas y un 5,59% al pago a la cogeneración y los residuos.
También se incluye un 2,17% para los costes financieros de las polémicas subastas Cesur y un 1,66% para las subvenciones a la industria, que es como se denomina al servicio de interrumpibilidad en caso de necesidad del sistema, así como un 3,8% para el transporte (Red Eléctrica).
Otro apartado de este desglose adjunto recoge el epígrafe "otros pagos a las grandes eléctricas", que alcanza el 19,6% de todo el recibo. En él se incluyen las cuotas del déficit de tarifa de otros años, las pérdidas del transporte, el decreto del carbón, los pagos por capacidad, el margen de comercialización de la tarifa regulada, moratoria nuclear o las extrapeninsulares (coste de producir la luz en Baleares, Canarias, Ceuta y Melilla).
Los promotores del estudio denuncian que "la campaña de comunicación emprendida por algunas grandes eléctricas en la que asumen como propios sólo una pequeña parte de los costes de la factura eléctrica no se corresponde con la realidad". "Estas grandes compañías eléctricas han asumido en sus campañas como propios sólo los costes relativos al transporte y la distribución, considerando el resto de componentes como ajenos", lo que "no es cierto", añaden.
Además, indican que "la partida correspondiente al régimen especial incluye varios conceptos que tienen directamente que ver con la generación de electricidad de estas grandes compañías", entre las que se incluyen "tanto las primas a las energías renovables como a la cogeneración y al tratamiento de residuos, primas que también reciben directamente las grandes eléctricas, tanto por sus inversiones en energías renovables, como en cogeneración o tratamiento de residuos".
Las grandes eléctricas critican duramente las primas a la solar, pero defienden al sector eólico, el más maduro y rentable, por las fuertes inversiones realizadas en los últimos 15 años
Y ahí es dónde está quizá el quid de la cuestión. Las eléctricas tradicionales, sobre todo las tres grandes (Endesa, Iberdrola y Gas Natural Fenosa), han criticado duramente en los últimos años las altas primas a las energías renovables (ya en 2012 superaron los 7.000 millones de euros), pero salvando a la tecnología más madura y rentable, la eólica, en la que todas ellas, pero especialmente Iberdrola, han realizado fuertes inversiones desde hace años.
Los máximos ejecutivos de las tres grandes y de su patronal Unesa han pedido al Gobierno en infinidad de ocasiones la moratoria en el pago de primas o la paralización de los proyectos de las plantas termosolares y fotovoltaicas, porque son muy costosas y sólo aportan al sistema poco más del 3% de la energía producida.
Sin embargo, el sector eólico, que también recibe primas, se ha consolidado como puntal básico del sistema eléctrico. Hasta el punto de que "España es el primer país del mundo en el que la energía eólica se sitúa como la tecnología que más aporta a la cobertura de la demanda en un año completo, 2013", según los datos de la Asociación Empresarial Eólica (AEE), que pese a ser una patronal renovable obviamente no participa en el informe del que da cuenta Vozpópuli.
El caso es que la guerra entre empresas renovables prosigue, mientras el Ejecutivo ha sacado adelante una reforma eléctrica que ha asestado un duro golpe a los ingresos de todas las empresas, tradicionales y renovables, además de cargar al consumidor cuatro fuertes subidas en 2013 y una en enero de este año, del 2,3%.