La subida de precios del 20% en el aceite de oliva virgen extra en el último año, un alza de casi un euro por litro, está moviendo a muchos consumidores españoles hacia los más baratos aceites de semillas. En esta primer trimestre del año, coincidiendo con la recogida del fruto y el inicio de la campaña de producción, un 6,7% del consumo se ha evaporado, pasando de 70,4 a 65,7 millones de litros según Nielsen.
Estos datos han sido dados a conocer por Deóleo en la información intermedia adjunta a sus resultados trimestrales. Esta caída de consumo solo ha afectado a los españoles, más sensibles al factor precio, mientras que en los siguientes dos mercados más importantes para la marca, Italia y Estados Unidos, el consumo ha subido un 2,8% y un 2,5% a pesar de la tensión en los precios. Per cápita, tanto Italia como Estados consumen mucho menos aceite de oliva que el consumidor español, y raramente para freír sino sobre todo para condimentar.
Las almazaras y la industria acumulan 666.584 toneladas, lo que podría contener los precios
Sin embargo, las almazaras y la industria vienen acumulando importantes cantidades de 666.584 toneladas en marzo. Esto supone que "España es el único productor que mantiene existencias en cantidades razonables lo que, hasta que avance la campaña y se tenga más visibilidad sobre la futura cosecha, está ayudando a soportar este escenario alcista" en los precios.
Por su parte, el aceite de oliva lampante, el de más acidez y que tiene otro tipo de usos que no son el alimentario, también se ha encarecido enormemente: un 28,6% en un año.