Europa utiliza un tercio de los grandes ordenadores de todo el mundo pero sólo colabora con un 5% en el desarrollo de procesadores, chips y superordenadores de altas prestaciones.
"Nos hemos dedicado mucho a desarrollar un software avanzado porque nos venía en gran medida hecho de Estados Unidos, pero China ha introducido un factor de coste en el desarrollo de hardware y los dispositivos muy importante del que no nos hemos preocupado. Cuando la percepción geopolítica ha empezado a cambiar es cuando en Europa nos hemos planteado, la siguiente pregunta: Qué ocurriría si surge cualquier problema y no tengo mis propios chips. Estamos en el momento de atajar este problema y EuroHPC es un gran proyecto para conseguirlo", ha asegurado la secretaria de estado de Investigación, Desarrollo e Innovación, Carmen Vela Olmo, durante la segunda jornada del Encuentro de la Economía Digital y las Telecomunicaciones celebrada ayer en la UIMP (Universidad Menéndez Pelayo).
Antes de finales de año Europa estará fabricando sus propios chips
EuroHPC (High Performance Computing o Computación de Altas Prestaciones) es un proyecto con el que el viejo continente quiere blindarse frente a fabricantes norteamericanos como Qualcomm o Intel, y también frente a Mediatek (China), así como al empuje de la propia industria informática asiática, muy competitiva en precio cuando se habla de dispositivos y componentes. Se persigue tener autonomía propia si, llegado el caso, el suministro de componentes -chips, procesadores, ordenadores...- se ve interrumpido por cualquier motivo. Busca independencia tecnológica respecto a otros mercados.
Ya hay algún ejemplo similar. Es el caso de Galileo, el sistema satelital desarrollado en Europa capaz de funcionar al margen del GPS americano, el Glonass ruso o la red Beidou del gobierno chino. Un proyecto abanderado en su día por la ex ministra Loyola de Palacio que es una realidad desde el pasado mes de diciembre.
700 millones de dotación para EuroHPC
España, Francia, Alemania, Italia, Holanda, Portugal y Luxemburgo son los estados que están detrás del proyecto, los encargados de impulsarlo. Para ello la Comisión Europea inyectará 700 millones de euros.
Está previsto que antes de finales de año Europa ya fabrique sus propios chips, y que para 2020 se desarrollen dos superordenadores capaces de realizar 500.000 billones de operaciones por segundo, cuatro veces más que el superordenador más potente, que ha sido fabricado en China.
España posee el MareNostrum 4, situado en la capilla de Torre Girona -ver la foto que ilustra este artículo-, un equipo capaz de realizar 11.100 billones de operaciones.