La junta de accionistas de FCC aprobará el próximo 20 de noviembre una ampliación de capital de 1.000 millones de euros que permitirá a la compañía amortizar parte de su deuda convertible y también apoyar financieramente a su filial Cementos Portland Valderrivas. Será, por ahora, la última operación de este tipo puesta en marcha por un gran grupo constructor español, un sector que, en conjunto, ha logrado levantar en lo que va de año más de 3.500 millones de euros en los mercados de valores, los mismos que tenían prácticamente vetados no hace mucho tiempo.
La de FCC será la más voluminosa pero no la única ampliación de capital que ha realizado una gran constructora este año. Antes del verano, Sacyr logró obtener algo más de 400 millones de euros de los mercados gracias a una operación que combinaba una ampliación de capital de 165 millones de euros (además, sin derecho de suscripción preferente para accionistas, lo que le permitió incorporar nuevos socios institucionales) y una emisión de bonos por 250 millones de euros.
En el caso de Sacyr, el objetivo no iba destinado a la reducción de la deuda y sí a la financiación de nuevos proyectos, tanto de carácter industrial como de concesiones. Sin embargo, este caso es una excepción. En la mayor parte de las ocasiones, el dinero obtenido ha ido a parar a la reducción de los abultados endeudamientos que acumularon las empresas del sector.
Emisiones en Irlanda
En este grupo se incluye ACS, que registró en Irlanda su emisión de bonos convertibles en acciones de Iberdrola por un valor ligeramente superior a los 400 millones de euros. El grupo que preside Florentino Pérez rompía así una racha de intentos fallidos de acceder a los mercados para conseguir financiación sin tener que recurrir a los bancos y soportar así los elevados tipos de interés que exigían.
El mismo camino tomó OHL, también confiando en el mercado irlandés y con sendas emisiones de 700 millones (para afrontar el vencimiento de una emisión realizada en 2010) y de 400 millones de euros.
Ferrovial, cuya política financiera y su cada vez menor exposición al mercado español han sido factores bien valorados por los inversores, sí fue capaz ya en 2013 de realizar emisiones de deuda y ha repetido en 2014, aunque en este caso por una cuantía más modesta: 300 millones de euros.
Las constructoras se han visto beneficiadas por la aparente mejora de las condiciones económicas y especialmente el fuerte descenso de la prima de riesgo.
Hace apenas dos años, el diferencial con el bono de referencia alemán se situaba por encima de los 600 puntos básicos, en zona de máximos históricos.
Por entonces, algunas compañías del sector ni se planteaban acudir a los mercados en busca de financiación mientras que otras como ACS tuvieron que cancelar los planes ante la negativa respuesta de los inversores. De momento, en este ejercicio todas han podido desfilar por la ventanilla de los mercados.