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Feve hizo indefinidos ilegalmente a 70 trabajadores antes de extinguirse en 2013

La dirección de Ferrocarriles de Vía Estrecha nombrada por el PSOE envió decenas de cartas sin validez asegurando “un puesto permanente”, que los jueces anularon uno por uno después. Varios exdirectivos, en la picota ante los sucesivos escándalos. 

  • Imagen de la estación de Feve en El Astillero (Cantabria).

A pesar de tener una deuda cercana a los 600 millones de euros antes de desaparecer, la empresa pública de Ferrocarriles de Vía Estrecha (Feve), liquidada e integrada en Renfe y Adif desde el pasado 1 de enero, actuaba como si no arrastrara ese pesado fardo. Sobre todo la penúltima dirección, nombrada por el PSOE antes de ceder el testigo al nuevo equipo del PP en enero de 2012, justo después de las elecciones generales. Luego ya vinieron los recortes.

La cúpula de Feve durante la segunda legislatura socialista fue presidida por Ángel Villalba, leonés amigo de José Luis Rodríguez Zapatero y exsecretario regional del PSOE de Castilla y León. A Villalba y su séquito el actual Ministerio de Fomento ya les acusó de comprar una sede en Asturias “por casi el doble” del valor real y de vender material por debajo del precio justo. Lo que no se sabe es que la penúltima dirección de Feve también fue más allá en materia laboral: en concreto, a través de un escrito sin ninguna validez que trató de hacer indefinidas a 70 personas que tenían un contrato temporal con la empresa.

Esto ocurrió en diciembre de 2011, antes de producirse el relevo direccional. La nueva cúpula no aceptó las contrataciones y acudió, cuando fue necesario, a la Justicia, que invalidó los escritos y anuló los contratos fijos, de acuerdo con varias sentencias a las que ha tenido acceso Vozpópuli. Una de ellas, por ejemplo, del Juzgado de lo Social número 1 de Ferrol, dice así: “El trabajador recibió por correo postal, remitido en sobre de la empresa en el que figura timbre de matasellos a fecha de 13/12/2011, (…), un escrito con el siguiente tenor literal”.

 Presidida entonces por Villalba, amigo de Zapatero, Feve envió 70 sobres con matasellos de la empresa a los afectados.

El auto reproduce a continuación la carta que recibieron los 70 empleados: “En referencia al contrato que tiene suscrito con Feve en la modalidad de relevo (…) dado que la vacante que ocupa es considerada como un puesto de trabajo de carácter permanente de la empresa y necesario para el normal funcionamiento de la actividad de la misma (…) la Dirección de la empresa ha tenido a bien al amparo de las normas citadas el considerar su contrato como indefinido para aprovechar los conocimientos profesionales transmitidos”.

La misma sentencia declara improcedente el despido, permitiendo a Feve bien indemnizar al trabajador bien readmitirlo, pero no avala la polémica contratación indefinida. Tampoco otros veredictos, como este del Tribunal Superior de Justicia de Galicia, que recuerda que los trabajadores afectados no han superado una Oferta Pública de Empleo (OPE) y concluye, por lo tanto, así: “La Administración no puede consolidar la fijeza en plantilla, sino que está obligada a adoptar las medidas necesarias para la provisión del puesto de trabajo, por lo que, hecho lo anterior, existirá una causa lícita para extinguir el contrato”. Este medio ha revisado varias sentencias, y van todas en la misma dirección.

Villalba, Juan Díez o Jesús Benítez, exdirectivos con el PSOE, acumulan una sucesión preocupante de escándalos.

Fuentes del sector ferroviario califican de “auténtica chapuza” todo el jaleo de las contrataciones indefinidas, y acusan a Villalba y su equipo de querer “lavarse las manos al final de su mandato”. Según varias personas, los afectados recibieron con alborozo el escrito, creyendo muchos de ellos que permanecerían para siempre en Feve, para luego llevarse un chasco.

No solo está Villalba. Juan Díez, exdirector general, y Jesús Benítez, exdirector de Recursos Humanos, completan la cúpula responsable de los impresentables escritos. Una tríada que va sumando actuaciones irregulares para desesperación de Fomento, como la citada compra de activos por encima del precio real o la venta de material por debajo de su valor.

Otros tampoco se quedan cortos: el equipo entrante del PP, que en un año tuvo dos presidentes antes de la supresión de la empresa (Marcelino Oreja y Antonio Aguilar), colocó a directivos de Feve recién nombrados y sin plaza en Renfe Operadora y Adif. 

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