Se ha roto la buena racha de Florentino Pérez y su cúpula directiva en ACS en los Primeros de mayo. El Día del Trabajador es la fecha fijada por la compañía para que sus altos ejecutivos cobren los planes de stock options. Así ha sido en los últimos años, toda una tradición para ellos, gracias a la cual pudieron cobrar entre 2010 y 2011 un monto total de 468 millones de euros al poder ejecutar con éxito los planes puestos en marcha en los ejercicios previos a la crisis económica.
Pero en 2014 no ha podido ser. Hace justo cuatro años, el consejo de administración de la compañía puso en marcha otro suculento plan de stock options que, en su primera fecha de vencimiento, se podría haber ejecutado a partir del jueves pasado, 1 de mayo.
Florentino y otros 56 directivos del grupo podrían estar disfrutando estos días de haber cobrado la mitad de los 6,2 millones de acciones con los que les premió la empresa si el precio de los títulos hubiese llegado a 34,155 euros, cota en la cotización a la que se ligó el éxito del plan.
Pues bien, los títulos de ACS cerraron el pasado 30 de abril, día que se toma de referencia para el primer vencimiento del plan, a 30,875 euros, un 9,6% por debajo del "precio de ejercicio" establecido en 2010. Los altos ejecutivos se han quedado sin poder cobrar la primera mitad de ese plan, que les hubiera reportado unos ingresos conjuntos de 105,88 millones de euros brutos.
Si hubieran ejecutado la mitad de las stock options, la alta directiva del grupo se hubiera embolsado estos días 105,88 millones
No todo está perdido para ellos. Según la redacción del plan, "las opciones serán ejercitables, por mitades e iguales partes, acumulables a elección del beneficiario, durante el cuarto y quinto años siguientes al inclusive, 1 de mayo de 2010".
Así que todo tendrá que esperar hasta ese mismo día, pero de 2015, cuando los directivos del grupo aspiran a aupar el valor de la acción por encima de los reseñados 34,155 euros y poder así ejecutar finalmente el plan que ahora se ha visto frustrado.
Y eso que el rally alcista que han vivido las acciones de ACS en las últimas semanas ha estado a punto de elevar la cotización al precio de referencia. Las amortizaciones de acciones que realiza la compañía tras repartir dividendo y el drástico plan de desinversiones anunciado por el grupo para rebajar la presión de los bancos acreedores de su deuda ha permitido un cierto respiro a los maltrechos títulos.
Los títulos de ACS se han revalorizado un 23,54% en lo que va de 2014, pero no han alcanzando el precio de ejercicio del plan, fijado hace cuatro años en 34,155 euros
La títulos del grupo acumulan una revalorización del 23,54% en lo que va de año, después de haber sufrido en los ejercicios anteriores una dura travesía del desierto penalizados por el excesivo endeudamiento asumido y el frustrado asalto a Iberdrola.
Ahora, ACS ha puesto en venta su participación en Iberdrola (le resta poco más del 5%, que lo posee a través de derivados), el 17% de Yoigo, los activos renovables y algunas sociedades y activos de su filial alemana Hochtief, con el objetivo de dejar su deuda por debajo de los 3.000 millones de euros.
Mientras la compañía trata de sacar adelante este plan de desinversiones, su presidente, su guardia pretoriana (Marcelino Fernández, Eugenio Llorente, Ántel García Altozano y José Luis del Valle) y el resto de directivos (en total son 57 los beneficiarios) mantendrán aparcadas sus opciones sobre acciones.
Sólo Florentino Pérez cuenta con 936.430 títulos, que no podrá ejecutar, si se cumplen los objetivos, hasta dentro de un año, con un valor conjunto de ejecución de 32 millones de euros brutos.
Sus cuatro gerifaltes recibieron en su día 752.320, 652.320, 351.160 y 351.160 acciones respectivamente.