El paquete de nuevos impuestos y tasas al sector energético que entrará en vigor el año que viene para intentar embridar el déficit de tarifa eléctrico se va a trasladar “seguro” a los precios finales de la luz y el gas. “No hay la más mínima duda”, según Rafael Villaseca, consejero delegado de Gas Natural y el ejecutivo del sector que con más contundencia se ha pronunciado públicamente sobre la repercusión del denominado ‘impuestazo’ al sector, cuestión que suscita opiniones encontradas.
Según Villaseca, “los costes variables y directos se trasladan siempre al producto final” y sería “técnicamente imposible” que eso no ocurriera. En el caso de la tasa única del 6% a la generación eléctrica, “es imposible de absorber por los operadores en una gran cantidad de tecnologías”, explicó. “Cuestión distinta es la velocidad comercial para poderlos trasladar”, añadió Villaseca, que no aventuró cuál podría ser la subida de la luz para los consumidores. En el caso del denominado céntimo verde al gas, “un 3-4% podría ser el impacto en el mercado”, dijo este martes, durante la presentación de los resultados trimestrales de la gasista.
El ejecutivo se distancia así de la opinión de Iberdrola, cuyo presidente y consejero delegado, Ignacio Sánchez Galán, evitó pronunciarse hace dos semanas de forma taxativa sobre la repercusión del denominado impuestazo: “Dependerá de la proporción del mix: si vamos a usar más hidro, más nuclear o ciclos combinados; no sabemos”, dijo Galán a los analistas. La visión de Villaseca coincide con la opinión generalizada (salvo alguna excepción, como la de los analistas de BBVA) y choca de frente con la tesis del ministro de Industria, José Manuel Soria, que al presentar el nuevo paquete fiscal, en septiembre pasado, descartó que el usuario acabe pagándolo.
La gasista insiste en que se ponga coto a las primas a las renovables, que están "desencajando" el sistema eléctrico
Villaseca, fiel a su discurso habitual, se quejó de que los “subsidios” a las energías renovables “lamentablemente siguen subiendo” e insistió en la necesidad de “embridar los costes que están desencajando el sistema eléctrico”. Respecto al traslado de un 38% de las primas a las renovables a los Presupuestos del Estado (actualmente las sufraga la tarifa eléctrica), contemplado en una enmienda al Proyecto de Ley para la Sostenibilidad Energética, fue prudente: “Veremos qué sucede”.
El ejecutivo anunció la próxima actualización, en enero, del plan estratégico de Gas Natural Fenosa, que actualizará el programa actual (2010-14) ante los cambios en el entorno regulatorio y del mercado. Una de sus prioridades será reducir la deuda, que sigue en el entorno de los 16.000 millones; en parte, porque ha seguido generándose déficit de tarifa (que las eléctricas financian en su balance) y en parte, porque en el primer semestre tuvo que regularizar su situación con Hacienda, recordó el director financiero, Carlos Álvarez.
El grupo sigue negociando con la argelina Sonatrach la entrada en el accionariado del gasoducto Medgaz, una operación que el resto de socios (y singularmente, Endesa e Iberdrola) pueden vetar al contar con derecho de tanteo. La compañía, que espera un panorama similar al actual para 2013 en España en términos de demanda eléctrica y de gas y tiene previsto el escenario de una rebaja de la deuda soberana de España a bono basura. Las consecuencias, dijo Villaseca, “no serían buenas”, pero cuenta con un calendario de vencimientos de deuda “asequible para esquivar momentos más delicados que se pudieran plantear en los mercados”, dado que el 70% de la deuda bruta y el 82% de la neta vence a partir de 2015.
