Isidro Fainé es todavía, a sus 75 años, la torre más alta dentro del panorama empresarial catalán. Con todo lo que eso implica. El manresano se mantiene en la cúspide de la Fundación Bancaria La Caixa y de Criteria, el holding que agrupa algunas de las compañías más importantes del país. Ahora bien, su relación con el Ejecutivo no pasa por el mejor momento y, tras el sorpresivo abandono de la presidencia de Gas Natural, han surgido voces en Moncloa que apoyan que este paso atrás sea el preludio de su retirada definitiva de la primera línea de fuego.
La distancia entre Moncloa y Fainé no puede desligarse del conflicto político catalán. En un contexto de tensión prolongada entre Madrid y Barcelona, el nexo entre el pope de La Caixa y el Gobierno se ha deteriorado.
El traslado de la sede social de la entidad bancaria –y posteriormente el de Gas Natural, Abertis o Cellnex- fue visto como una buena noticia y se considera como uno de los factores que más ha debilitado a los soberanistas. Sin embargo, en Moncloa consideran que esta decisión debería haberse adoptado mucho antes, puesto que hubiera echado por tierra el argumento que enarbolaron los independentistas durante mucho tiempo, con el que descartaban que la declaración unilateral de independencia fuera a afectar a la economía catalana.
Tensión con la OPA de Atlantia
Pero el terremoto político que ha vivido durante los últimos años esta comunidad autónoma (y vive) no es el único factor que explica el deterioro de la relación entre Fainé y el Gobierno. Existen fuentes gubernamentales que consideraron un "golpe bajo" el hecho de que la negociación con Atlantia por la adquisición de Abertis se iniciara antes de que se oficializara la Oferta Pública de Adquisición, según aseguran. De hecho, algunos ministros a los que esta operación les afectaba directamente lamentaron haberse enterado “por la prensa” del interés de los italianos.
La resolución de este asunto tendrá lugar durante los próximos meses, cuando los accionistas de Abertis se decanten por la OPA lanzada por Atlantia o por la del consorcio formado por ACS y la alemana Hochtief. La opinión de La Caixa será fundamental para decidir la suerte de una u otra oferta, puesto que entre Criteria Caixa y Fundación La Caixa acumulan el 42% del capital de la concesionaria de autopistas. Fainé es consciente de que una parte del Ejecutivo no es neutral en esta operación, puesto que el ministro de Energía, Álvaro Nadal, le trasladó hace unos días su preferencia –a igualdad de condiciones- por la OPA presentada por Florentino Pérez. Pero también existen voces en el Ejecutivo que cuestionan la objetividad de La Caixa e intuyen que sus responsables preferirían que Abertis pasara a manos italianas.
En retirada
Cabe recordar que, en junio de 2016, Fainé dejó el control de Caixabank en manos de Jordi Gual, aunque se mantuvo en el sillón principal de Criteria y de la Fundación. Hace unas horas, ha anunciado su abandono de la presidencia de Gas Natural un año y medio después de asumir el cargo. En la decisión de Fainé han pesado tanto motivos personales, como también empresariales, puesto que liderar la compañía energética no es precisamente una tarea sencilla.
Pese a haber tomado esta decisión, fuentes cercanas al empresario niegan que su retirada vaya a ser repentina y confirman que al menos seguirá un año más en otro de sus puestos de más relevancia -además del de líder del conglomerado de La Caixa-: el de vicepresidente de Telefónica.
Caixabank dispone de una participación del 5% en la operadora y recientemente ha designado a Gual como consejero, en sustitución de Antonio Massanell. Fainé aterrizó en la compañía en 1994 y actualmente ejerce de vicepresidente. Su última renovación fue realizada en mayo de 2016, ya con José María Álvarez-Pallete al frente de la multinacional de telecomunicaciones. Por tanto, su mandato no expirará en el corto plazo.
Fainé también es consejero de Suez y de The Bank of East Asia. Asimismo, ocupa la presidencia de la Confederación Española de Cajas de Ahorros (CECA); y la de la European Savings Banks Group (ESBG). También es vicepresidente del World Savings Banks Institute (WSBI).
Fuentes cercanas al Ejecutivo coinciden en que su salida del organigrama de Gas Natural supone un paso a un lado y, por el momento en el que se produce, puede interpretarse como un “síntoma de debilidad” que desde el palacio presidencial podrían aprovechar para precipitar su retirada.
Estos informantes sitúan en este contexto el recurso que ha enviado la Abogacía del Estado al Tribunal Supremo, en el que argumenta que Fainé, Antonio Brufau (exdirector general de La Caixa) y Ricard Fonesa (expresidente) percibieron una remuneración ilegal por asistir a las reuniones del Consejo de las compañías participadas por La Caixa. Principalmente, porque la normativa vigente les exigía dedicación exclusiva a la entidad bancaria.
Y éste es otro de los frentes abiertos que tiene Fainé y que podría tener un desenlace contrario a sus intereses próximamente.