Goldman Sachs, probablemente el banco más odiado de la crisis presente, suprimió 2.400 puestos en 2011. Así lo ha revelado Reuters, que ha tenido acceso a un dosier de la compañía. Al parecer, el documento habla de un ahorro en costes laborales de 1.400 millones de dólares el año pasado gracias al ERE masivo presentado por la firma.
La noticia ha saltado una semana después de la dimisión de Greg Smith, el directivo que firmó una tribuna en The New York Times revelando un ambiente "tóxico y destructivo" en GS. La empresa minimizó el impacto de este artículo incendiario, a través de su presidente Lloyd Blankfein, quien declaró a sus empleados: "Estamos decepcionados con las alegaciones hechas por este individuo, que no reflejan nuestros valores, nuestra cultura y la manera con la que la mayoría de los de Goldman Sachs considera la empresa y el trabajo que realiza en nombre de sus clientes." Declaraciones solemnes seguidas por nuevos despidos masivos, que llegarán en la rama de inversión y comercial de Goldman Sachs.
Los 2.400 puestos suprimidos se han notado en 2011: más de 4.000 millones de dólares de beneficios para Goldman Sachs, que en el pasado formó a toda una generación de tecnócratas que hoy gobierna gran parte de la Unión Europea (Italia, Grecia, el BCE…). No obstante, esos ingentes beneficios supusieron una caída en las ganancias de casi el 50%, ya que Goldman tuvo un beneficio neto de más de 8.000 millones de dólares en 2010.
Esa nueva fase en la supresión de puestos forma parte de una revisión anual de la plantilla de parte de Goldman Sachs. A finales de 2011, el banco había fijado como objetivo reducir sus costes de 1.400 millones de dólares, consiguiéndolo tanto por la baja de los bonus como la reducción de la plantilla. Contactado por Reuters, Goldman Sachs no quiso hacer ningún comentario.