Si hay un factor que distorsione especialmente a los mercados ése es el de la incertidumbre. Y mucha está generando la situación de Grecia, su futuro inmediato y su posible salida del euro. Tanta que ni siquiera las grandes fortunas del mundo han podido evitar un efecto contagio. La semana en la que los ojos de todo el planeta miran hacia el referéndum griego de este domingo ha pasado una factura muy cara a los más ricos, que han visto cómo se esfumaban alrededor de 45.000 millones de euros de sus carteras en apenas cinco sesiones bursátiles.
La lista de grandes fortunas que elabora y actualiza diariamente la agencia Bloomberg incluye los 200 patrimonios más elevados del mundo. La suma de todos ellos da como resultado una cifra difícil de asumir: cerca de 2,9 billones de euros, casi tres veces el PIB de España. Aproximadamente un 2% de esta cantidad se ha volatilizado durante la semana, especialmente el lunes, ante el temor de que la situación en Grecia termine suponiendo un desequilibrio para las economías europeas y para una de las principales divisas de los mercados: el euro.
No se trata de pérdidas reales, como tampoco son plasmables las ganancias que logra este grupo de elegidos con los calentones bursátiles, siempre y cuando no vendan sus participaciones en Bolsa. Pero sí es preciso afirmar que los más ricos del planeta son, después de esta semana, un poco menos ricos. O, por mejor decir, que sus casi inconmensurables posesiones valen hoy considerablemente menos que hace una semana.
Como es lógico, los que más tienen más han sufrido la depreciación de sus patrimonios. Entre ellos, el más penalizado ha sido Amancio Ortega, uno de los dos españoles presentes en el selecto y exclusivo listado de Bloomberg. Según los cálculos de la agencia, la fortuna del fundador y principal accionista de Inditex se ha visto reducida en algo más de 2.700 millones de euros durante la semana debido al retroceso de las acciones de la compañía.
Este hecho le ha costado, además, perder el segundo puesto entre los grandes patrimonios del mundo que había alcanzado hace algunas semanas, a favor en este caso del mexicano Carlos Slim, principal accionista de FCC. El magnate azteca perdió cerca de 1.500 millones de euros en la catastrófica sesión del lunes pero en las siguientes logró recuperar prácticamente todo.
Gates, Bettencourt, Arnault...
La cartera de valores de Slim está mucho más diversificada que la de Ortega, muy dependiente de Inditex, ya que es la única participación en una cotizada que conserva. Paradójicamente, el otro nombre español que aparece en la lista de 200 de Bloomberg es el de su hija Sandra. O sería mejor decir “aparecía” porque la ventolera provocada por la incertidumbre griega la ha sacado provisionalmente del grupo.
Bill Gates, cofundador de Microsoft, completa el podio de los más penalizados por las pérdidas bursátiles de la semana. Las de Gates superan los 1.000 millones de euros.
Liliane Bettencourt, matriarca del imperio L’Oreal y, a sus 92 años, una de las personas de más edad de la lista, ha visto cómo su patrimonio se reducía también en 1.000 millones, aproximadamente, descensos similares a los sufridos por las carteras de Bernard Arnault, el dueño del grupo de productos de lujo LVHM (Louis Vutton, Christian Dior) y de Mark Zuckerberg, el más célebre nombre en el universo de esas redes sociales que están contribuyendo a que los griegos se movilicen a favor o en contra de aceptar las exigencias de la troika para negociar las condiciones de la refinanciación de su deuda.
Jack Ma, fundador del gigante chino del comercio electrónico Alibaba y un recién llegado a la lista de Bloomberg gracias a la salida a Bolsa de la empresa, ha sido otro de los más perjudicados, con pérdidas superiores a los 700 millones de euros. En números similares se han movido, Georg Schaeffler, principal accionista de la compañía que lleva su apellido y que es el segundo fabricante mundial de rodamientos; y Patrick Drahi, propietario de la operadora de telecomunicaciones Altice.
La relación de Bloomberg (en la que, por cierto, no aparece el presidente de la compañía, el ex alcalde de Nueva York Michael Bloomberg, pese a ser una de las personas más adineradas del mundo) es un claro ejemplo de las desigualdades que tanto dice perseguir Syriza, el partido que gobierna en Grecia desde finales del pasado mes de enero y que, en estos momentos, tiene en vilo al mundo financiero. Si su objetivo era llamar la atención de los que más tienen, a fe que lo ha logrado.