Por primera vez en la historia de CaixaBank y La Caixa, el catalán no ha sido el idioma escogido por el presidente en la junta de accionista. Jordi Gual ha hecho un guiño a los cambios de 2017 hablando en valenciano, durante la primera junta que se celebra en la nueva sede.
"El año 2017 fue difícil por la inestabilidad política en Cataluña. Demostramos nuestra resistencia como institución, gracias a las relaciones de confianza con clientes, resultado del trabajo de nuestros profesionales. El consejo reaccionó con una decisión [mover la sede] tomada con unanimidad para proteger la entidad y seguir operando dentro de la zona euro. Era la mejor decisión posible para proteger a los accionistas, clientes y empleados", ha señalado al comenzar su discurso Gual.
El presidente ha hecho referencia también al plan estratégico que concluye este año, en el que CaixaBank todavía tiene que mejorar su rentabilidad (RoTE) para alcanzar el compromiso de llegar al 9-11%. En 2017 se quedó cerca, en el 8,4%, tras su mejor resultado.
Gual ha anunciado que el próximo plan estratégico 2019-21 se anunciará a finales de noviembre.