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El socio italiano de Sacyr en Panamá vuelve a llamar a la guerra contra la Autoridad del Canal

Salini Impregilo insta a los otros tres miembros del consorcio que amplía el Canal de Panamá, liderado por Sacyr, a ralentizar o incluso parar las obras para forzar a las autoridades locales a aportar más fondos. El resto de empresas apuesta por el diálogo.

  • Una de las imponentes compuertas instaladas en las nuevas esclusas del Canal de Panamá

Vuelve la tensión al consorcio Grupo Unidos por el Canal (GUPC), liderado por Sacyr y encargado de la ampliación del Canal de Panamá. Y, una vez más, el encargado de encender la mecha ha sido Pietro Salini. El presidente de Salini Impregilo, una de las compañías integrantes de GUPC, ha instado al consorcio a ralentizar o incluso paralizar las obras con el fin de presionar a la Autoridad del Canal de Panamá (ACP) para que aporte más fondos al proyecto y alivie así las tensiones de liquidez que padecería el grupo de empresas.

Salini remitió hace algo más de dos semanas una carta a los presidentes de los otros componentes de GUPC (Sacyr, la belga Jan de Nul y la panameña Cusa) en la que les empuja a advertir formalmente a la ACP de que el ritmo de las obras se van a ralentizar, con el riesgo de que lleguen a paralizarse. En la misiva, de la que se hace eco el diario local La Prensa, Salini señala que la situación económica del consorcio podría provocar una disminución natural en el ritmo de los trabajos y, por lo tanto, un incumplimiento del contrato al no haberlo notificado a la ACP.

La maniobra del empresario italiano se enmarca en las negociaciones que GUPC y la ACP mantienen de forma prácticamente permanente desde que ambas partes resolvieron la crisis surgida a finales de 2013 que estuvo cerca de dejar sin contrato al consorcio, precisamente por problemas de liquidez. Desde entonces, los trabajos se han desarrollado con normalidad y los tiempos se están cumpliendo.

En el curso de estas negociaciones, Salini Impregilo se ha vuelto a impacientar, como ya sucediera hace algo más de un año, y ha decidido cortar por lo sano: si la ACP no aporta más fondos, el consorcio debería parar las obras, como ya hizo en febrero de 2014.

GUPC se desmarca

Sin embargo, la postura del resto de los componentes de GUPC, y en especial de Sacyr, está alejada de la de Salini. “El consorcio está negociando con la ACP y su intención es seguir haciéndolo como hasta ahora porque es la mejor manera de que las obras continúen su curso”, apuntan fuentes próximas al grupo de empresas.

En la carta, Pietro Salini indica a los presidentes de las otras compañías de GUPC que no tiene la certeza de que la ACP vaya a asegurar los fondos necesarios para terminar las obras. “Hasta ahora, a través del diálogo, se han conseguido avances en el plano económico y si las obras prosiguen seguirán lográndose. Sería mejor para todos que el dinero llegara por adelantado pero la situación es la que es. Lo que se ha demostrado que no funciona son las posturas radicales y menos ahora, que el proyecto está muy cerca de concluirse”.

En línea con esta posición, Sacyr recuerda que la crisis del Canal se cerró con un acuerdo en el que ambas partes se comprometían a seguir los procesos de reclamaciones contemplados en el contrato, esto es, la propia ACP, la junta de resolución de conflictos (DAB) y, en último término, el Tribunal Internacional de Arbitraje de Miami que, de hecho, ya estudia uno de los reclamos.

La entrega, a final de año

Las diferentes reclamaciones por sobrecostes que ha presentado hasta ahora GUPC ascienden a algo más de 2.500 millones de dólares. Por el momento, ninguna de las más importantes cuenta con una resolución firme ya que todavía se encuentran en las diferentes instancias mencionadas anteriormente.

Por el momento, GUPC no ha enviado ningún aviso previo a la ACP sobre una posible ralentización o paralización de los trabajos.

Tras la instalación de las 16 compuertas que permitirán el acceso al tercer juego de esclusas del Canal de Panamá, la ampliación está pendiente del proceso de inundación de éstas, de realizar los últimos ajustes y, sobre todo, de llevar a cabo numerosas pruebas antes de entregarla. Todos estos procesos se prolongarán durante los próximos meses. El compromiso es entregar la construcción del tercer juego de esclusas a finales de 2015

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