Cuando un accionista de una empresa vende la mayor parte de su participación a otro, las normas de buen gobierno recomiendan que, previo pacto entre ellos y teniendo por referencia el reparto proporcional, los consejeros correspondientes al vendedor dimitan para dar entrada a nuevos representantes que defiendan los intereses del comprador.
Pero en el caso de la toma de control de la empresa pública Hispasat por parte de Abertis, el Gobierno no ha atendido a las normas de buen gobierno corporativo y en lugar de ceder dos o tres asientos del consejo para que los ocupen los compradores, ha forzado la ampliación del máximo órgano de poder del operador de satélites para poder seguir disponiendo de cuatro asientos y colocar en ellos a los suyos. El consejo se elevará de 12 a 19 miembros para que siga habiendo cuatro representantes del Estado, con su asiento y su suculenta retribución.
Las normas de buen gobierno recomiendan consejos reducidos y profesionales, que repartan el poder de forma proporcional, pero nunca que se amplíe el órgano de poder para dar más asientos a accionistas minoritarios
Hasta ahora y antes de que Abertis tomara el control de Hispasat, el consejo del operador de satélites lo componían 12 miembros: cinco en nombre de Abertis, tres por la francesa Eutelsat y cuatro en representación del Estado. Los tres eran accionistas de referencia del grupo y como tal contaban con una representación proporcional en el consejo.
Pero a finales de julio, la compañía de infraestructuras controlada por La Caixa cerró, por fin, la compra de un 16,42% de Hispasat al Instituto Nacional de Técnica Aeroespacial (INTA), dependiente del Ministerio de Defensa. Abertis tomó el control del grupo, elevando su participación del 40,6% al 57%, mientras que el Estado reducía su peso del 25,66% al 9,26%, un paquete este último que detentan las entidades públicas SEPI y CDTI.
"Lo normal hubiera sido que el Estado se quedara sólo con dos consejeros y entraran dos en nombre de Abertis para ocupar las vacantes dejadas por los que deberían haber dimitido, pero es muy goloso tener cuatro asientos reservados en una empresa para poder colocar a tu gente", denuncia a Vozpópuli un alto directivo ligado a otra empresa pública.
El Gobierno colocará a dos consejeros afines en Hispasat, en línea con lo que ya intentó hacer en REE, donde nombró a López del Hierro y Nadal, que tuvieron que dimitir dos horas después de ser nombrados por el escándalo provocado
En esa línea se manifiesta otra fuente del empresariado público, que establece ciertas similitudes entre lo que ha pasado en Hispasat y lo que pasó, o pudo pasar, en Red Eléctrica (REE): "Nada más llegar el PP al Gobierno nombró a José Folgado presidente de REE, y al pronto quisieron colocar a tres consejeros afines: Ignacio López del Hierro, marido de María Dolores de Cospedal; Alberto Nadal, hermano de Álvaro Nadal, jefe de la Oficina Económica de Moncloa; y el economista Juan Iranzo.
Se montó tal escándalo que los dos primeros tuvieron que dimitir a las dos horas de ser nombrados, aunque para ellos no ha sido problema, porque López del Hierro ha seguido acaparando más puestos por ser quién es (Liberbank es el último ejemplo conocido) y Nadal es ahora Secretario de Estado de Energía".
Ahora, en Hispasat, por orden de la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, que ha sido la que ha liderado la posición común de Moncloa al haber varios Ministerios implicados, toca ampliar el consejo de administración a 19 miembros, para que el Estado siga con sus cuatro asientos, Abertis alcance los d¡ez en su calidad de accionista de control, mientras que Eutelsat tendrá dos más, hasta cinco, tras aumentar su participación hasta el 33,7% cuando hace más de un año salió Telefónica del capital.
El pacto de accionistas firmado con Abertis establece que el Gobierno seguirá poniendo al presidente de Hispasat, por ser el operador de satélites estratégico para los intereses de España, en línea con lo que ocurría antes: José Bono enchufó a su amiga y paisana Petra Mateos como presidenta hasta que el PP llegó al poder y colocó a Elena Pisonero, la actual presidenta. El nombramiento del 'número dos' seguirá siendo potestad de Abertis, que mantendrá a Carlos Espinós, el actual consejero delegado que fue nombrado a propuesta de la empresa catalana.
José Bono enchufó a su amiga y paisana Petra Mateos, pero cuando llegó el PP al Gobierno, Moncloa colocó en Hispasat de presidenta a Elena Pisonero
Por el Gobierno, además de Pisonero, se sientan ahora mismo en el consejo Manuel Valle por el Ministerio de Industria y José Manuel García y Miguel Ángel Panduro por el INTA, que previsiblemente serán relevados ya que la empresa del Ministerio de Defensa sale del capital. Así que se espera que en las próximas semanas, el Ejecutivo proponga los cambios pertinentes para dar entrada en el consejo de administración del operador de satélites a sus nuevos consejeros afines.
Las comunicaciones militares y de inteligencia quedan reservadas a Hisdesat, que seguirá estando controlada por el Estado por lo sensible de su actividad.
A partir de ahora, Abertis prevé reforzar la actividad internacional de Hispasat. "Nuestro compromiso es impulsar todo el potencial de crecimiento de Hispasat para convertir la compañía en un referente mundial de primer nivel en el sector satelital, incidiendo aún más en su posición de liderazgo en Latinoamérica", señaló tras la compra al INTA el consejero delegado de Abertis, Francisco Reynés.