Samsung es un conglomerado de empresas de enorme importancia no sólo para la economía de su país, también a escala global. Pero sus inicios fueron muy modestos, si bien están muy relacionados con lo que la han hecho grande: la globalización, el comercio entre diferentes países. Empezó en 1938 como tienda de comestibles (sobre todo exportando pescado seco y fideos a China) en Daegu con el nombre de Samsung Sanghoe (en coreano «tres estrellas») o “Mitsuboshi Trading Company”.
El nombre japonés se debe a que en esa época Corea era una colonia del Imperio Japonés. El fundador de Samsung se llamaba Lee Byung-Chull (por cierto, allí se coloca primero el apellido y luego el nombre), nacido en Seúl precisamente en 1910, el año en el que su país era oficialmente anexionado a Japón. Hijo de una familia de terratenientes, le interesaban tanto los negocios familiares que abandonó los estudios universitarios tras tan sólo dos años, para dedicarse a ellos. Precisamente fue su familia la que le prestó el dinero para fundar su propio negocio.
En 1947, acabada hace dos años la ocupación japonesa y la 2ª Guerra Mundial, la empresa se traslada a la capital, Seúl. Sin embargo, en 1950 empieza la guerra civil que acabaría dividiendo a las dos Coreas y la ocupación momentánea de Seúl por fuerzas del norte le llevan a cerrar la empresa y volver a Daegu, si bien también abre una refinería de azúcar en la ciudad de Busan. El fundador de Samsung estaba convencido de que el futuro estaba en la diversificación, y amplió sus actividades a varios fines: procesamiento de comida, textil, seguros, seguridad y ropa. Incluso intenta una fusión fallida con la empresa de motos Hyosung. Por otra parte, desde 1961, que toma el poder el dictador Park Chung-hee (militar que gobernó hasta 1979), Samsung se centra cada vez más en negocios que el gobierno consideraba estratégicos, debido a las amplias ayudas estatales que recibían.
Es en la década de 1960 cuando Samsung crea diferentes empresas relacionadas con la tecnología como Samsung Electronics Devices, Samsung Electro-Mechanics, Samsung Corning y Samsung Semiconductor & Telecommunications. El primer producto “tecnológico” del holding fue un televisor en blanco y negro. La internacionalización de Samsung llegó muy pronto a pesar de la modestia de Corea como país en el escenario mundial, en gran parte por el apoyo estadounidense a la economía surcoreana, con unas excelentes relaciones diplomáticas que han llegado a la actualidad, y una generación de ingenieros surcoreanos formados en aquel país.
En 1974 Samsung Heavy Industries se convierte en una de las mayores empresas de construcción naval del mundo. No es hasta 1980 que adquiere el hardware de telecomunicaciones de la empresa Hanguk Jeonja Tongsin. Tras esta compra empieza con centralitas, sistemas de teléfonos, faxes y, con el tiempo, acabaría produciendo su quizás más famoso producto de la actualidad: los móviles. También lanzó, hace casi 50 años, un primer ordenador personal de 8-bit solo para el mercado coreano: el SPC-1000, que funcionaba con una cinta audio casete para guardar y cargar información.
Relevo familiar en Samsung
Lee Byung-Chull tuvo ocho hijos, la mayoría empleados en diferentes departamentos de Samsung a lo largo de los años. Uno de ellos, deseoso de quitarle el poder, le denunció por contrabandear sacarina, lo que llevó a que dejara la presidencia entre 1966 y 1968. Pero volvió y siguió en el mando hasta su muerte en 1987. Entonces pasa a ser dirigida por su tercer hijo, Lee Kun-hee) que en 1993 vendió diez de sus filiales para concentrarse en tres industrias: ingeniería, industria química y electrónica.
Su obsesión con esta última es cambiar la percepción occidental sobre los productos surcoreanos, que se valoraban como de menor calidad que los japoneses. Lideraría una fuerte inversión en investigación y desarrollo tecnológico, cuyos frutos la han hecho tan famosa desde hace años; mientras, su división de ingeniería desde 1993 a 2004 construyó tres de los edificios más famosos de Asia: las torres Petronas de Malasia, la torre Taipei 101 de Taiwan o el Burj Khalifa de Dubai. La crisis asiática de 1997 afectó al grupo (por ejemplo, vendió el 80% de Samsung Motor a Renault para conseguir liquidez) pero en 1999 fundó la Korea Aerospace Indutries, integrando en ella sus fábricas de aviones y helicópteros.
Samsung se convirtió en 1992 en el fabricante de chips de memoria más grande del mundo y el segundo de CPUs tras Intel. En 1995 creo el LCD, tecnología que pronto se implantó en todos los televisores del mundo (en 2009 sacaron al mercado el televisor LED más fino, menos de 3,9 milímetros de grosor). También vieron el potencial de la fabricación de semiconductores, estando en la actualidad entre las más fuertes del sector junto a TSMC, Intel o Nvidia. Memorias RAM, tecnología SSD, el sector del sonido profesional (en el que entró de lleno al adquirir en 2016 Harman International, el creador de marcas como Bang & Olufsen) …
En cuanto a los smartphones, el primero fue en 2001, el SPH-1300 con una pantalla táctil que se utilizaba con un lápiz, competencia a las entonces famosas Palm y BlackBerry. Tras la presentación del iPhone de Apple en 2007, consiguen renovarse y en 2012 consiguen superar a Nokia (líder desde 1998) como la marca más vendida del mundo.
Problemas con la justicia
Lee Kun-hee también tuvo, como su padre, problemas con la justicia resueltos además del mismo modo: tuvo que dimitir en 2008 al descubrirse que había ocultado al fisco surcoreano cuentas bancarias por valor de 4.600 millones de dólares y fue acusado de sobornos, pero en 2010 vuelve a dirigir Samsung y sigue de presidente hasta su muerte, ocurrida en 2020. La saga no acaba aquí, la presidenta de Corea del Sur, Park Geun-hye, fue destituida en 2017 por aceptar un soborno de Lee jae-yong, el nieto -y sucesor de su padre- del fundador de Samsung que acabó en prisión pero, como su padre y su abuelo, acabó regresando al poder de la compañía -tras salir en libertad bajo fianza en 2021 y ser indultado por el presidente de Corea del Sur en 2022 con la excusa de ayudar desde Samsung a la recuperación del país tras la pandemia-, a pesar de todos sus problemas legales (en febrero de este mismo año le absolvieron de un caso de manipulación de precios de acciones y fraude contable que venía coleando desde 2015).
Actualmente, Samsung (que marcó sus máximos históricos bursátiles justo antes de la pandemia de 2020) cuenta con estas divisiones: Cheil Worldwide, de marketing; Samsung Asset Management, de gestión de activos, subsidiaria de su división de seguros; Samsung Biologics, de biotecnología; Samsung C&T Corporation, de construcción; Samsung Electro-Mechanics, centrada en la producción de componentes electrónicos como chips, semiconductores, sensores de cámaras o circuitos integrados; Samsung Electronics, electrónica de consumo y electrodomésticos; Samsung Engineering, ingeniería civil; Samsung Fire & Marine Insurance, seguros de todo tipo; Samsung Heavy Industries: constructora naval y dueña de grandes astilleros y diques secos; Samsung Life Insurance, aseguradora de vida; Samsung SDI, de diseño, desarrollo y fabricación de baterías; Samsung SDS, su rama de servicios informáticos y Samsung Securities, de gestión de valores.