Apenas un año ha durado la estabilidad en el consejo de supervisión de Hochtief diseñado por ACS, que controla algo más de la mitad del capital de la constructora alemana. El pasado lunes se conocía la marcha de uno de sus miembros, Eggert Voscherau, consejero independiente que renunciaba a su cargo por motivos personales. Las intenciones de Florentino Pérez de llevar a cabo la fusión entre ACS y Hochtief podrían verse alteradas si, como parece, a la marcha de Voscherau podrían seguir otras en el principal órgano ejecutivo de la constructora alemana.
Voscherau, presidente del grupo químico germano BASF y uno de los empresarios más prestigiosos de Alemania, fue propuesto como consejero independiente de Hochtief por ACS en la célebre junta de accionistas de la alemana celebrada en mayo de 2011, en la que se escenificó la toma de control de la empresa germana por parte de la española.
La imposición de aquella lista se interpretó como un paso decisivo a la hora de que ACS tomase las riendas de Hochtief, aunque aún quedaban algunos pasos, como el cambio en la dirección financiera y la promoción de Marcelino Fernández Verdes al Comité Ejecutivo.
Sin embargo, aún restan ciertas resistencias para que ACS se asegure el control de tal manera que puede seguir adelante con sus planes de fusión. Entre ellas se encuentra la representación de los trabajadores en el consejo de supervisión, lo que obliga a la empresa española a contar con todo el apoyo de los consejeros dominicales e independientes.
Máximos apoyos
La marcha de Voscherau, que ha sido sustituido por Christine Wolff, procedente de un grupo de ingeniería estadounidense, pone en duda la estabilidad del órgano ejecutivo de la compañía tan sólo un año después de haberse configurado y añade cierta incertidumbre por cuanto no se han aclarado las circunstancias que han llevado al presidente de BASF a renunciar a un consejo tan atractivo.
Los planes de ACS pasan por avanzar en un proceso de fusión con Hochtief aunque ya se ha asegurado consolidar los resultados. La situación financiera del grupo español no pasa por su mejor momento y la constructora alemana pasa por ser una de las compañías con menor deuda de su sector.
Sin embargo, Pérez tendrá difícil avanzar en este terreno sin contar con los máximos apoyos dentro de la compañía. Tan sólo un año después, el consejo propuesto comienza a venirse abajo.
