Iberdrola ganó 2.705 millones de euros en 2016, un 11,7% más que el pasado ejercicio, con lo que consiguió situarse por encima de las previsiones de los analistas, cuyo consenso apuntaba a un incremento en torno al 10%. Una de las claves de estos resultados fue el comportamiento del negocio en EEUU, que ya aporta del 53% a las cuentas, coincidiendo con el primer año de consolidación de su filial UIL.
La compañía logró estas cifras pese a una caída del 7% en la cifra de ventas, que se fue hasta 29.215,4 millones de euros. Mientras, el resultado bruto de explotación (Ebitda) fue de 7.807 millones de euros, un 5,5% por encima del conseguido en 2015.
Por su parte, la deuda neta financiera se incrementó cerca de un 5%, hasta 29.414 millones de euros, lo que la eléctrica explica por la anticipación de inversiones en energías renovables, especialmente en el sector offshore, además de diversos elementos extraordinarios relacionados con materia fiscal en España.