Jugada preelectoral de Ignacio González. El Canal de Isabel II, controlado por la Comunidad de Madrid y varios ayuntamientos de la provincia, se asomará a los mercados en busca de financiación para acometer futuros proyectos a través de un programa de renta fija y su primera emisión de bonos. La empresa pública aprobará la medida antes de fin de año en una junta extraordinaria de accionistas.
La estrategia se pone en marcha algo más de dos años después del frustrado intento de dar entrada en la empresa al capital privado a través de una salida a Bolsa. Por entonces, Ignacio González sólo era vicepresidente de una Comunidad de Madrid bajo el mandato de Esperanza Aguirre pero presidía el Canal y fue el verdadero impulsor de una operación que terminó por desvanecerse a causa del escaso interés que despertó entre los inversores.
Eran momentos más complicados para España y también para los mercados. Sin embargo, González, ahora en la presidencia de la Comunidad, ha considerado que no hay mucho tiempo para perder, tanto por la situación actual del mercado (algo más favorable y con mejores perspectivas para lograr el favor de los inversores) como por la cercanías de unas elecciones autonómicas y municipales que se presentan como las más inciertas para la Comunidad de Madrid en la última década.
En la citada junta el Canal de Isabel II aprobará la elaboración de un programa de renta fija para llevar a cabo diversas emisiones a lo largo de los próximos años, aunque a la primera de ellas se le dará el visto bueno en esa misma reunión extraordinaria.
Inversiones de 600 millones
De acuerdo con el último informe anual de la compañía, el Canal tiene compromisos de inversión por algo más de 600 millones de euros para los próximos años, especialmente en lo referido a actividades de saneamiento del alcantarillado, que ha sufrido un notable deterioro en tiempos de crisis.
Las circunstancias financieras del Canal de Isabel II son especialmente apropiadas para salir a los mercados. La compañía es uno de los ejemplos de empresa pública rentable desde hace mucho tiempo. Sin ir más lejos, cerró el pasado ejercicio con un beneficio de 210 millones de euros, con un incremento del 37% en relación al registrado en 2012.
Mientras, su deuda se sitúa en el entorno de los 1.100 millones de euros, aunque apenas el 25% de esta cifra se corresponde con endeudamiento bancario.
Falta de transparencia
A últimos de mayo de 2012, la Comunidad de Madrid tomó la decisión de suspender sine die la venta del 49% del capital del Canal de Isabel II después de que el proceso no concitara la expectación prevista entre los inversores. Tan sólo tres ofertas en firme, procedentes de Aguas de Barcelona, Acciona y FCC, llegaron hasta la mesa del consejo de administración de la compañía que, en vano, trató de que grandes grupos internacionales también participaran en la operación.
Aunque la situación de los mercados no era por entonces la más propicia para llevar a cabo la privatización, lo cierto es que los potenciales inversores tampoco se vieron atraídos por la poca transparencia de que hizo gala el Gobierno regional.
Finalmente, la operación se suspendió y dos años y medio después, el Canal de Isabel II volverá a llamar a las puertas de los mercados con el propósito de no repetir el resultado del anterior intento.