Los resultados obtenidos por Colonial en 2017, presentados el lunes por la compañía, dan la razón a la decisión adoptada por la inmobiliaria el pasado año de transformarse en socimi. De anotarse en sus resultados anuales de 2016 un gasto por Impuesto de Sociedades de 105 millones de euros, en sus cuentas de 2017 la compañía se ha apuntado un beneficio por el mismo concepto de 23 millones de euros gracias a su conversión en socimi.
Colonial, que ayer lunes informó haber obtenido un beneficio el pasado ejercicio de 683 millones de euros, un 149% más, se transformó en socimi -Sociedades Cotizadas de Inversión Inmobiliaria- tras aprobarlo la junta de accionistas de la empresa el pasado mes de junio. Juan José Brugera, presidente de Colonial, se refirió en la presentación de resultados de ayer en una rueda de prensa a la decisión tomada como "histórica" para la compañía.
España aprobó el modelo actual de socimi en el año 2014, consistente, básicamente, en la creación de una sociedad anónima dedicada a la compraventa y promoción de inmuebles para alquiler que debe cotizar en un mercado regulado y que está obligada al reparto de dividendo anual, y que queda exenta de tributar por el Impuesto de Sociedades.
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Los defensores del vehículo de las socimi subrayan que Hacienda sigue engordando sus arcas al actuar directamente sobre los dividendos que reciben sus accionistas, y recuerdan que ha sido la creación del modelo de las socimi uno de los factores que ha permitido la recuperación del sector inmobiliario español, que ha vivido desde la explosión de la burbuja -entre 2007 y 2008- la peor etapa de su historia. Sus detractores dudan de que efectivamente los accionistas de las mayores socimi, por lo general fondos internacionales, algunos domiciliados en paraísos fiscales, respondan ante Hacienda como antes lo hacía la compañía sin ser socimi.
En el caso de Colonial, la compañía tuvo que pagar 105 por Impuesto de Sociedades en 2016. La inmobiliaria se vio afectada por los cambios fiscales introducidos por el Gobierno a finales de ese ejercicio, al imponer -mediante el Real Decreto-Ley 3/2016, de 2 de diciembre- un límite en la compensación de las bases imponibles negativas del 25% para las compañías con un negocio igual o superior a los 60 millones de euros, desde el 75% anterior. Este cambio pesó especialmente sobre los ejecutivos de Colonial a la hora de optar el pasado año por transformarse en socimi, ya que el grupo arrastra bases imponibles negativas superiores a los 1.000 millones de euros.
El nuevo límite a la compensación de bases imponibles negativas impuesto por Real Decreto en diciembre de 2016, obligó a Colonial a anotarse ese ejercicio un pago de 71,4 millones de euros, lo que disparó el coste del impuesto sobre las ganancias, que pasó de 52,7 millones en 2015, a 105 millones en 2016.
Colonial optará previsiblemente por un modelo de fusión para integrar Axiare
Brugera destacó en la rueda de prensa organizada para la presentación de los resultados, que el beneficio conseguido por Colonial en 2017 se debió principalmente a la mejora del negocio, el incremento de las rentas, la revalorización de los activos y una mejora en la gestión de la deuda con las emisiones realizadas. Entre las operaciones de venta acometidas por la empresa el pasado año destaca la del inmueble IN/OUT en París por 445 millones de euros. Fuentes de la compañía añadieron que la conversión en socimi ha permitido a la empresa una negociación más ágil con inversores extranjeros, más acostumbrados a modelos inmobiliarios como las socimi, o el sistema SIIC en Francia (del que se beneficia SFL, la inmobiliaria francesa participada por Colonial).
Colonial registró en 2017 ingresos por rentas de 283 millones de euros, un 4% más, y sus activos alcanzaron un valor de 9.282 millones de euros. La compañía ha alcanzado un 87% de participación en la socimi Axiare, sobre la que lanzó una opa el pasado mes de noviembre; Colonial avanzó ayer que posiblemente se opte por una fusión para integrar el negocio de Axiare. La adquisición permitirá a Colonial rozar un valor de sus activos de 10.000 millones de euros, con 1,7 millones de metros cuadrados de superficie en explotación.
El primer accionista de Colonial, de acuerdo a los registros de la Comisión Nacional del Mercado de Valores, es, con el 18,3%, el fondo mexicano Finaccess, de la familia Fernández González, anteriores dueños del fabricante de cervezas como Corona o Modelo, y que en la actualidad es también el primer accionista de AmRest Holdings SE, el mayor operador de restaurantes de comida rápida en Europa Central y del Este, y accionistas de grupo Prisa. Tras Finacces se sitúan el fondo Qatar Investment Authority (QIA), con el 10,6% del capital; la sociedad Águila, de la familia colombiana Santo Domingo, con el 7,3%, con la sociedad domiciliada en Bermuda; Inmo, sociedad de la familia Puig, con el 5%; y Deutsche Bank (4,1%), y BlackRock (3%).