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Fainé se retira a sus aposentos sin culminar la gran fusión energética

El presidente de Criteria Caixa ha tratado durante su corta etapa como presidente de Gas Natural crear un gigante energético transfronterizo fusionando la compañía española con otro grupo extranjero

  • Isidro Fainé, presidente ejecutivo de Caixabank.

Que Francisco Raynés, hasta ayer consejero delegado de Abertis, estaba llamado a ocupar un cargo ejecutivo en Gas Natural, sustituyendo a Rafel Villaseca como consejero delegado del grupo energético, entraba en las quinielas. Pero que Isidro Fainé, el hombre que mueve los tentáculos de La Caixa en sus participadas, la persona que junto con el fallecido Emilio Botín o el expresidente de Telefónica César Alierta ha cargado con la supuesta responsabilidad de la gran empresa española en asuntos de Estado, diera un paso atrás en la compañía energética en un momento trascendental como el que vive ahora Gas Natural, no estaba en la mente de muchos.

Fainé (Manresa, Barcelona, 1942), doctor en Ciencias Económicas, fue nombrado presidente de Gas Natural Fenosa el 21 de septiembre de 2016, sustituyendo a Salvador Gabarró en el cargo. "Encaro esta nueva etapa con enorme satisfacción y con el firme compromiso de trabajar para consolidar el liderazgo de la compañía en el mercado energético y reforzar su crecimiento internacional", dijo entonces el presidente de Criteria Caixa, primer accionista de la energética, con el 24,4% del capital. Ese mismo día se hizo efectiva la entrada en el accionariado de Gas Natural del fondo estadounidense GIP, que adquirió el 20%.

Durante su trayectoria en banca -antes de incorporarse a La Caixa en 1981 trabajó en Banco Atlántico, Banco de Asunción, Banca Riva y García, Banca Jover y Banco Unión- Fainé ha vivido numerosas operaciones de fusión y de acuerdos internacionales. Promotor indiscutible de la consolidación del sector de las cajas de ahorro, en los últimos años ha estado al frente de la integración de Barclays en CaixaBank, de la absorción de Banca Cívica e inició el desembarco de la entidad en Banco Portugués de Inversión, entre otras muchas. Con tal bagaje, Fainé se presentaba como la persona idónea para propiciar una gran operación de fusión en el sector energético español acompañado del consejero delegado Rafael Villaseca, artífice del crecimiento de Gas Natural en la última década.

En el segundo semestre de 2017 Gas Natural llevó a cabo desinversiones por un valor de 3.000 millones de euros

Sin embargo, el banquero no ha logrado llevar a cabo esa gran operación energética. Ni la opción de fusionar Gas Natural con Endesa, controlada por la italiana Enel, ni la de la portuguesa EDP han sido posibles bajo la presidencia de Fainé. Sin embargo el banquero catalán ha firmado en los últimos meses potentes desinversiones en la energética, lo que ha reducido el tamaño de la compañía española, pero también presumiblemente habrá mejorado la liquidez del grupo para tentar a un competidor.

El pasado mes de agosto Gas Natural cerró el acuerdo de venta a Allianz Capital Partners y al fondo de pensiones canadiense CPPIB del 20% de su red de distribución de gas en España por 1.500 millones de euros. En octubre se desprendió de su negocio en Italia, por 1.020 millones de euros, y un mes después pactó la venta al fondo Brookfield del 59% que tiene en la colombiana Gas Natural ESP, por 482 millones de euros.

A las desinversiones del segundo semestre de 2017 se suma la forzosa salida de Electrocaribe. Nada más llegar a la presidencia de Gas Natural, Fainé se encontró con la intervención por parte del Gobierno colombiano de su filial en el país, liquidada en marzo del pasado año; la compañía española inició entonces un procedimiento ante el Tribunal de la Comisión de las Naciones Unidas para reclamar una indemnización de 1.000 millones de euros.

Será posiblemente Raynés quien cargue ahora con la aparentemente irremediable misión de hacer crecer Gas Natural Fenosa a través de una operación internacional de fusión. Lo hará presidiendo una compañía de menor tamaño al que tenía hace un año, pero con unos ingresos generados en el último semestre sólo con las desinversiones apuntadas de 3.000 millones de euros. Y con un nuevo socio con hambre por hacer cosas, el fondo de capital riesgo CVC, que negocia con Repsol la compra de su 20% en Gas Natural.

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