El Ministerio de Industria y Energía teme que la Comisión Europea le enmiende la plana si entiende que la apropiación de competencias ahora en manos del superregulador CNMC pudiera violar la normativa comunitaria.
El Departamento que dirige José Manuel Soria ha colado casi de tapadillo en la Ley de Metrología la enmienda 58 para quitarle a la CNMC la potestad de fijar la estructura y condiciones de los peajes de acceso del recibo eléctrico, competencia que el propio Gobierno le asignó el año pasado cuando creó el organismo.
Con esta decisión, el Ejecutivo daba traslado a España del contenido de dos directivas comunitarias de 2009 que establecen, entre otras medidas, que serán los reguladores nacionales los que fijarán los peajes, es decir, los costes de transporte, distribución, primas a las renovables y otros gastos del sistema eléctrico, que representan en su conjunto en torno al 40% del monto total del recibo de la luz.
Pero sólo ha pasado un año e Industria quiere recuperar esa competencia, tan sensible porque permite controlar desde el Gobierno buena parte del recibo de la luz. El propio José María Marín Quemada, presidente de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), mandó una carta oficial al ministro Soria pidiéndole que no se apropiara de esa potestad y avisándole de que, de hacerlo, estaría incumpliendo la normativa comunitaria, lo que podría provocar la intervención de Bruselas.
El presidente de la CNMC recuerda al ministro el uso discrecional que pueden hacer los gobiernos para favorecer con los peajes de la luz a ciertos sectores, en detrimento de los consumidores
En la carta, Marín Quemada informaba al ministro canario de que esta competencia "es relevante para mejorar la eficiencia y transparencia del sistema de fijación de peajes" y que ha de estar en manos de la CNMC.
Además, le recordaba que lo que persigue Bruselas es precisamente que los gobiernos de los estados miembros no puedan utilizarla a su antojo y "caigan en la tentación de favorecer a unos sectores industriales o económicos frente a otros, lo que iría en detrimento no sólo de las empresas no beneficiadas sino también de los consumidores finales", señalan fuentes conocedoras del contenido de la misiva.
"El Ejecutivo puede bajar los peajes, por ejemplo, a los grandes industriales, o a los regantes o a otro sector para evitar que destruyan empleos, pero esta medida significa que la bajada tiene que ser compensada con la subida de esos peajes a otros consumidores, empresariales o finales. En definitiva, podrían considerarse ayudas de Estado, que además serían discriminatorias", añaden las fuentes a modo de análisis.
La enmienda 58 aún puede ser modificada o, en su caso, eliminada en el proceso de vuelta de la Ley de Metrología del Senado al Congreso para su aprobación definitiva
Ante esta situación, el ministro se está replanteando dar marcha atrás y proponer la suavización de la famosa enmienda, aprovechando su paso definitivo por el Senado y la vuelta al Congreso para su aprobación final, señalaron a Vozpópuli fuentes parlamentarias. En su contestación a la carta de Marín Quemada, el ministro, en tono genérico y protocolario, le agradece sus sugerencias y dice que las tendrá en cuenta.
Aún no se ha cerrado el proceso de modificación y aprobación de enmiendas y la número 58 está en revisión. A ella se han opuesto varios grupos parlamentarios, entre ellos el PSOE, por considerarla una intromisión del Gobierno en competencias que han de seguir en la CNMC.
El texto de la enmienda señala: "El Gobierno establecerá la estructura y condiciones de aplicación de los peajes de acceso a las redes de transporte y distribución que deberán satisfacer: a) los consumidores, teniendo en cuenta las especialidades por niveles de tensión y las características de los consumos por periodos horarios y potencia; b) los productores, teniendo en cuenta la energía vertida a las redes".
El control de los peajes es muy goloso para Industria, porque con la bajada de éstos puede compensar las subidas del precio de la luz y evitar así alzas del recibo en periodos electorales
Además, reseña que "la metodología de peajes de acceso debe estar constituida por un conjunto de reglas que permita al Ministerio de Industria asignar los costes a los distintos grupos de consumidores caracterizados por niveles de tensión y periodos horarios".
Y continúa indicando que "podría darse la situación en la que se efectuaran desarrollos normativos en ambos órganos competentes cuyo objeto en aspectos puntuales fuera el mismo, y sin embargo no fueran coincidentes, lo que conllevaría un problema de interpretación, dificultad de saber cuál es la normativa de aplicación y, por ende, de falta de seguridad jurídica".
Los peajes eléctricos suelen ser utilizados por los gobiernos de turno para 'jugar' con el precio final de la luz, de forma que cuando la electricidad que cotiza libremente en los mercados mayoristas se dispara, Industria puede bajar los peajes para compensar. Representan, de media, un 40% del total del recibo, mientras otro 40% proviene de la cotización de la electricidad y el 20% restante lo conforman los impuestos del recibo.