Este 2014 será el primer año en el que el principal interlocutor de las poderosas compañías eléctricas en el Gobierno no será el ministro de Industria y Energía, José Manuel Soria, que es el que, a priori, regula su sector. El ministro con el que tendrán que bregar Ignacio Sánchez Galán, Borja Prado y Salvador Gabarró, presidentes de Iberdrola, Endesa y Gas Natural Fenosa, respectivamente, será Cristóbal Montoro, "el que maneja la caja del Gobierno y el que realmente corta el bacalao", como de forma muy descriptiva afirma un alto directivo del sector eléctrico.
La guerra que han librado los tres presidentes eléctricos con Soria durante 2013 ha pasado factura al ministro canario, al que a final de año han desautorizado desde Moncloa y Hacienda. El hermetismo y la falta de diálogo con las empresas del titular de Industria y de su secretario de Estado de Energía, Alberto Nadal, en el proceso de diseño de la reforma eléctrica ha creado un clima casi irrespirable en las relaciones institucionales propias de un sector regulado como éste.
Hasta el punto que todo estalló por los aires cuando Soria convocó de urgencia a los tres presidentes en Castellana 160 para anunciarles que su compañero de Gabinete, Cristóbal Montoro, se había negado a liberar el crédito de 3.600 millones de euros que iba a librar al sector del temible déficit de tarifa que año tras año se genera porque los ingresos del recibo de la luz no dan para pagar los costes de generación eléctrica.
Todo estalló por los aires cuando Soria les convocó para anunciarles que habia sido Montoro el 'culpable' de que el dinero del Estado no tapase el déficit de tarifa en 2013
Fue el 29 de noviembre y en esa reunión, de la que dio cuenta El Mundo, la tensión se desbordó y los presidentes llegaron a gritar y poner contra las cuerdas a Soria, que les tuvo que pedir calma y respeto a un ministro del Gobierno de España.
Fue Galán el más agresivo, as usual, y llegó a calificar de "chapuza" el "no" del Gobierno a tan preciada partida presupuestaria, pero Prado y Gabarró también dejaron claro al ministro que así no podía funcionar un Gobierno. "Fue ahí cuando nos dimos cuenta, aunque ya lo intuíamos, de que Soria no era nuestro ministro", añade el directivo consultado por Vozpópuli.
Era Montoro el responsable de la decisión del Gobierno, mientras Soria quedaba completamente desautorizado de cara al sector eléctrico. Unos días después, el 4 de diciembre, el ministro de Hacienda recibía en su despacho a los jefes eléctricos (además de los tres grandes acudieron el consejero delegado de E.ON, Javier Anzola, y al máximo ejecutivo de EDP, Miguel Stillwel).
Montoro ninguneó a Soria y recibió en su despacho a los jefes eléctricos sin convocar a la reunión a ningún representante de Industria, el Ministerio que, a priori, les regula
Los modos y el trato fueron radicalmente diferentes. En la reunión, a la que no asistió ningún representante de Industria ("algo que nos parece sintomático de quién maneja los dineros del sector", señalan fuentes eléctricas), Montoro les tranquilizó y les explicó que era mucho más importante cumplir con las exigencias de Bruselas para contener el déficit público, pero que en 2014 todo volvería a su cauce y que aguantaran en sus balances esos 3.600 millones de déficit que serían compensados y titulizados durante el ejercicio.
Por si no quedaba claro el nivel de desautorización de Soria en el seno de su Gobierno, el escándalo de la subasta eléctrica del 19 de diciembre, que obligó a Moncloa a tomar las riendas del asunto y pedir la intervención de urgencia de la CNMC, ha tenido que ser solventado desde Moncloa y usado de forma triunfalista por el mismísimo Rajoy, que lo blandió como bandera de su política por el "interés general" en la rueda de prensa de cierre de año.
Los jefes eléctricos no perdonan a Soria por haberles culpado públicamente de la manipulación de precios y especulación que se dio el día de la subasta, en la que los precios de la electricidad se dispararon más de un 25%.
Saben las eléctricas que la prioridad para enero es reunirse no con Soria, sino con Montoro, al que temen por su poder pero miman para que ponga en marcha el sistema de titulización de los 3.600 millones que apuntan en el "debe" con el Gobierno. La estabilidad del sector eléctrico, al menos según el pensar de sus grandes presidentes, depende ahora del ministro de Hacienda.
Con Soria tratarán quizá temas menos importantes en estos momentos, como el desarrollo normativo aún pendiente de la reforma eléctrica y el alcance de los recortes al sector en áreas como las renovables. Lo perentorio para las tres grandes es dar un mensaje a los mercados financieros de que el lastre con el que cargan sus cuentas de 2013 será solventado en los próximos meses.