Por unos minutos Khadem Al Qubaisi fue ayer viernes propietario del segundo rascacielos más alto de España, Torre Cepsa (antes Torre Repsol, después Torre Caja Madrid, después Torre Norman Foster, y ahora, ¿Torre Ortega?). A media tarde Al Qubaisi ejecutó la opción de compra que tenía acordada desde 2013 sobre el inmueble con Bankia, por unos 400 millones de euros. Y minutos después la vendió al hombre más rico del mundo, Amancio Ortega, dueño de Inditex, por unos 90 millones más, según fuentes conocedoras de la operación.
El empresario de Abu Dhabi no podrá ya observar las noches estrelladas desde lo alto de la torre madrileña, como cuentan que hacía cuando se pasaba por la capital española siendo primer ejecutivo de Cepsa. En realidad, Al Qubaisi lo tendrá difícil para hacer muchas de las cosas que hacía cuando siendo uno de los jóvenes sobradamente preparado por los petrodólares, se movía por el mundo en yates, coches y aviones de lujo firmando negocios con presidentes de Gobierno o destacados empresarios, entre ellos los españoles Florentino Pérez o Emilio Botín.
En 2009 firmó la compra del 32,5% de Cepsa por 2.869 millones de euros.
A mediados del pasado mes de agosto las autoridades de Abu Dhabi arrestaron a Al Qubaisi por su implicación en un caso de desvío de más de 3.000 millones de dólares de un fondo soberano de Malasia. El Gobierno de Estados Unidos, según publico The Wall Street Journal, detectó que Al Qubaisi había desviado a sus cuentas 470 millones de dólares de ese fondo, y que con ese dinero había adquirido presuntamente un ático valorado en 51 millones de dólares en Nueva York, y dos mansiones en Los Ángeles por más de 46 millones de dólares.
Khadem Al Qubaisi (Abu Dhabi, 1971), inició en 1993 nada más licenciarse en Económicas su fulgurante carrera al ser contratado por Abu Dhabi Investment Authority (ADIA), el fondo soberano de Abu Dhabi creado por el fundador de los Emiratos Árabes Unidos, Zayed ibn Sulatn Al Nahayan. En el año 2000 fue nombrado ejecutivo de IPIC, otro fondo de inversión controlado por el Gobierno de Abu Dhabi, creado en 1984.
La primera inversión en el extranjero de IPIC fue la adquisición del 9,6% del capital de la petrolera española Cepsa, en 1988. Como director general de IPIC, Al-Qubaisi firmó en 2009 con el presidente de Santander, Emilio Botín, la compra de la participación del banco español en Cepsa: 2.869 millones de euros por el 32,5% de la petrolera española.
Pocos meses después de aquella operación, se inauguraba en Madrid la entonces conocida como Torre Caja Madrid. El rascacielos, 248 metros de altura, ideada por el arquitecto Norman Foster, fue construida para albergar la sede de Repsol. Caja Madrid, bajo la presidencia de Miguel Blesa, compró el edificio por 815 millones de euros.
En octubre de 2013 IPIC acordó con Bankia ocupar la torre y emplearla como sede de Cepsa. El acuerdo contemplaba la opción de venta que el viernes ejecutó Al-Qubaisi. El empresario árabe, según las fuentes consultadas, habría logrado un crédito de 400 millones de Bankinter para llevar a cabo la compra, para después vender el edificio a Amancio Ortega. "Los bancos que han participado en la operación son españoles, la empresa que lo compra es española, los líos que este señor tenga con la justicia son otra cosa", comentaban esta semana fuentes que han participado en la operación tratando de restar importancia al hecho de que una de las personas implicadas en uno de los mayores casos de malversación de fondos del siglo XXI haya formado parte de la misma.
La imagen de un empresario de éxito
Además de su cargo de primer ejecutivo de Cepsa, Al-Qubaisi ha ocupado puestos de relevancia en otros grupos empresariales. En los últimos meses abandonó, o fue apartado de la mayoría de esos cargos. A través de un decreto gubernamental fue comunicado en abril de 2015 el relevo de sus funciones como consejero de IPIC. Todavía mantenía la presidencia de Cepsa, de Borealis, de Nova Chemicals, de Aabar Investments, o de First Energy Bank. Pero entre mayo y junio de ese mismo año fue apartado también de esos puestos. La salida de Al-Qubaisi coincidía con las primeras noticias a cerca de que el fondo 1Malaysia Development Berhad (1MDB) había desviado ilegalmente dinero. El cerco se ha ido estrechando hasta que en agosto fue arrestado en Abu Dhabi.
Como ejecutivo de IPIC, Khadem Al-Qubaisi llegó a acuerdos con presidentes de multinacionales de todo el mundo. En octubre de 2014 firmó con Florentino Pérez un patrocinio del Real Madrid y la reforma del estadio Santiago Bernabéu. En la web Khandem.com aparecen fotos de Al-Qubaisi también con el expresidente francés Nicolas Sarkozy. Existen fotos con el presidente de Daimler, Dieter Zetsche, o con el rey Juan Carlos en un acto de Cepsa. Y también se han publicado fotografías más recientes de un Al-Qubaisi desatado en un club, que le alejan de esa imagen de empresario árabe de finísimas maneras y le acercan más a la de una loca carrera por desviar fondos millonarios y apurar la vida que son dos días.