Las Vegas Sands ha admitido ante la Comisión del Mercado de Valores de EEUU (SEC) su "probable" violación de una ley estadounidense que prohíbe los sobornos a funcionarios extranjeros, en una comunicación oficial a la que Efe tuvo acceso este domingo.
La compañía estadounidense, que empezará este año a construir el macrocomplejo de ocio y juego Eurovegas en Alcorcón (Madrid), remitió el viernes su informe anual a la SEC, en el que reconoce posibles irregularidades en ejercicios fiscales pasados, aunque subraya que en los últimos años ha mejorado sus prácticas. En la comunicación, Las Vegas Sands indica que una auditoría interna de sus cuentas ha revelado que "probablemente hubo violaciones de cuentas, declaraciones financieras y medidas de control internas previstas en la FCPA (Ley sobre Prácticas Corruptas en el Extranjero de EEUU)".
"En los últimos años, la compañía ha mejorado sus prácticas con respecto a las cuentas, las declaraciones y los controles internos", aseguró la empresa a la SEC.
Según el diario Wall Street Journal, que cita una fuente anónima cercana a la compañía, las citadas violaciones están relacionadas con negocios que tuvieron lugar en China la década pasada y fueron entabladas por funcionarios que ya no trabajan en la empresa, algo que Las Vegas Sands no ha confirmado.
La compañía del magnate Sheldon Adelson reveló hace dos años que era objeto de una investigación de la SEC por posibles violaciones de la FCPA, y más tarde fue informada de que el Departamento de Justicia de EEUU había emprendido "una investigación similar", según recordó en su comunicación a la entidad reguladora.
A raíz de esas notificaciones, la compañía nombró un comité auditor compuesto de "tres miembros independientes" de su junta directiva, cuya investigación está casi completada, explicó.
Basándose en las conclusiones preliminares de la auditoría, Las Vegas Sands indicó a la SEC que las probables irregularidades "no tienen un impacto material en las declaraciones financieras de la compañía" y "no merecen ninguna repetición de las declaraciones (de ejercicios) pasados".
Además, concluyó que las sospechas "no representan una debilidad material en los controles internos de la compañía sobre sus informes financieros, a fecha de 31 de diciembre de 2012".
"De acuerdo con el desarrollo (de la investigación) hasta la fecha, la administración de la empresa es actualmente incapaz de determinar la probabilidad de la resolución de este asunto, su importancia relativa o la dimensión de las posibles pérdidas razonables, si las hubiera", señaló.
Las Vegas Sands agregó que cree que la investigación de la SEC se basa en la demanda que presentó contra la compañía en 2010 Steven C. Jacobs, expresidente de la filial en China de la empresa dirigida por Adelson, en un caso que continúa en litigio en Nevada (EEUU).
De acuerdo con el Wall Street Journal, los supuestos sobornos se produjeron la década pasada, cuando Las Vegas Sands empezaba a expandirse en Asia y buscaba conexiones en China con el fin de impulsar su nuevo casino en Macao.
El diario asegura que antiguos ejecutivos de Las Vegas Sands, entre ellos su expresidente Bill Weidner, llevaron entonces a cabo "una serie de acuerdos en China que podrían haber carecido de controles de cuentas adecuados".
Weidner renunció a su cargo en 2009, citando "diferencias de gestión" con Adelson.