En la imagen, Gabarda aparece disfrazado de escocés y no esconde su notoria alegría. La fotografía fue tomada en la sexta planta de la Torre Bankia justo después de que el consejo de Caja Madrid aprobara la salida a Bolsa de Cibeles, que meses después se frustró en un sonado fracaso. Una operación que, de hecho, era condición para la compra, ya realizada, del estadounidense City National Bank of Florida, que precisamente capitaneó el propio Gabarda.
Eran tiempos de vino y rosas en las zonas nobles de Caja Madrid. Las tarjetas VIP se repartían entre los directivos de la entidad financiera sin que Hacienda tuviera noticias de ello. Hoy ya han dimitido o han sido cesados de sus actuales cargos apenas una decena de los 86 directivos que gastaron 15,7 millones de euros entre restaurantes, supermercados, viajes o retirada de efectivo. El último ha sido Juan Astorqui, vicepresidente de Burson Marsteller.
Quien todavía no ha puesto su cargo a disposición ni ha sido cesado es Luis Garbarda, el ex director de Bankia Bolsa, hombre de la máxima confianza de Miguel Blesa y, como adelantó Vozpópuli, desde el pasado 8 de agosto presidente de Inversis, entidad de la que precisamente Bankia vendió el año pasado una participación del 38,5%.
Gabarda gastó 24.700 euros en 2003, 22.800 en 2004, 27.300 en 2005, 27.800 en 2006, 32.300 en 2007 y 4.800 en 2008, de acuerdo con los datos remitidos por Bankia a la Fiscalía Anticorrupción. En total, 139.700 euros en seis años.
Apenas dos meses después de su fichaje, promovido por los March, que compraron el 100% de Inversis, el escándalo ha salpicado a Gabarda y, en consecuencia, a Inversis, que a esta hora aún no ha tomado una decisión en firme. La polémica se produce, además, en un momento crucial para la entidad, que está pendiente de segregar definitivamente su plataforma tecnológica de su negocio de banca minorista, que pasará a manos de la andorrana Andbank.
