La anglo-holandesa Unilever avisó a principios de la semana pasada: "La pobreza regresa a Europa"; después se le sumó la francesa Leclerc: “Existe un movimiento de pauperización neto en Europa del Sur”; ¿y ahora Carrefour, también gala? No, pero sí. El segundo grupo mundial de distribución ha salvado relativamente el primer semestre del año, con pérdidas de 31 millones frente a los 249 kilos que se esfumaron en el mismo periodo de 2011. Con las ventas yendo viento en popa en Asia (más del 9%) y Latinoamérica (más del 5%), la cosa empeora en Francia (-0,5%) y aún más en el sur de Europa: el grupo acusa caídas pronunciadas en Portugal, Italia o España, por encima del 5%. ¿La economía de guerra llega a Carrefour?
Eso parece, por mucho que su PDG (CEO, en francés) Georges Plassat deplorase el jueves en Le Monde las palabras que el presidente de la división europea de Unilever dijo a la edición alemana del Financial Times: “Un discurso así contribuye a debilitar la posición del continente, sobre todo si tenemos en cuenta que, independientemente de nuestros resultados, el poder adquisitivo de los europeos es increíble comparado con el de cualquier otra región del planeta”. Unas críticas que parecen implacables, pero que luego no lo son tanto a tenor de la nueva estrategia que desarrolla Carrefour desde el desembarco de Plassat, en mayo pasado: “Vamos a proponer precios bajos todos los días”. Sí, la economía de guerra ha llegado para quedarse.
“¡Ya nadie entiende las promociones!”
La otra pata de la estrategia pergeñada por el CEO para ahorrar es más visceral. Consiste en el cierre de establecimientos, como los dos que ha clausurado este año en Singapur, o en abandonar directamente el país acarreando los costes que ello conlleva, como hizo Carrefour con Grecia en junio. Una táctica dramática que el grupo francés no repetirá en España, según confirman a Vozpópuli varios portavoces desde París. “Es inconcebible pensar que vamos a abandonar España, donde tenemos una posición fuerte y donde la gente sigue acudiendo a nuestros locales pese a la crisis”.
Se posiciona así la multinacional francesa para, en el caso español, dar batalla a Mercadona, líder absoluto del sector alimenticio. “¡Las promociones ya no las entiende nadie, el consumidor está perdido! En adelante, éstas serán menos numerosas pero con un objetivo más concreto, siempre priorizando las ventajas que obtiene el cliente. Tenemos que ser muy disciplinados en este punto!”, indica Plassat en su entrevista con Le Monde.