Un informe del Banco de España certifica que el expresidente de Caja Madrid, Miguel Blesa, compró en 2008 -en plena crisis financiera internacional- el banco floridense City National Bank of Florida (CNBF) con un sobreprecio de 450 millones de dólares sobre un total de 1.134. Es decir, un 100% más. Según un informe del regulador, el valor adecuado del CNBG serían 581 millones de dólares. Pero Blesa utilizó un plan de alto crecimiento "no realista y propio de una etapa de ebullición económica", asegura el diario El Mundo.
Además, Blesa usó una pequeña argucia para no tener que pedir permiso de su compra a la Comunidad de Madrid. Según el informe del BdE, fraccionó la operación pagando primero un 83% y después un 17%, "esto permitió eludir el preceptivo control de la Consejería de Economía de la Comunidad de Madrid para las operaciones que rebasan un determinado porcentaje de los fondos propios de las cajas madrileñas", dice la inspección del Banco de España. Si no lo hubiera hecho, Blesa habría tenido que pedir permiso al entonces consejero de Economía madrileño, Antonio Beteta, que hoy es secretario de Estado de AAPP. La entonces presidenta de la CAM, Esperanza Aguirre, era contraria a la expansión internacional de Caja Madrid con los 2.000 millones de plusvalías de Endesa.
El informe continúa asegurando que tanto Banco Sabadell como el Popular habían comprado poco antes bancos domiciliados en Miami, por los que pagaron un precio significativamente inferior.
Los supervisores americanos, contra Caja Madrid
Por otra parte, el BdE destaca cómo los supervisores estadounidenses de la OCC concluyeron que la Caja Madrid de Blesa era "un banco no bien gestionado" y que debía elevar sus ratios de solvencia. Entre las razones de la mala gestión estaba que "la supervisión del equipo directivo no está a la altura del empeoramiento previsible de la calidad de los activos y de la dbilidad general de la economía". También se asegura que en la caja madrileña "no está debidamente implantada una estrategia de negocio viable".
